Saturday, May 03, 2014

¿Qué le preocupa al ministro Luis Miguel Castilla?

Hace aproximadamente diez días el ministro Castilla se quejó en público de la «política cambiaria» del Banco Central (BCR). Dijo que la falta de flexibilidad del dólar impedía que la desdolarización de la economía se acelere. Aunque la dolarización de los créditos se redujo notablemente en la última década hasta el 41% en la actualidad, este porcentaje sigue siendo muy riesgoso para el sistema financiero, nos recordaba Castilla. La falta de flexibilidad habría impedido que las empresas y familias prefirieran endeudarse en moneda nacional y no en moneda extranjera.
 
¿Por qué en una coyuntura caracterizada por fuertes presiones al alza del tipo de cambio, el ministro Castilla sugiere que se deje flotar libremente al dólar?
La behetrías mentales de Castilla
La crítica de Castilla es inverosímil si se tiene en cuenta que la tasa de variación anual del crédito en moneda extranjera al sector privado, en marzo de este año, fue de 1.4%, mientras que la del crédito en moneda nacional fue de 25%. La desaceleración del crédito en moneda extranjera es notable desde marzo de 2013, mes en el que registró una tasa de variación anual de 12.5%. Por el contrario, hay una aceleración del crédito en moneda nacional; pero, el crédito total al sector privado ya no crece a las tasas de hace más de dos años (alrededor de 20% anual). La tasa de variación anual del crédito total al sector privado fue, en el último mes de marzo, de 14.5%.
Con la significativa desaceleración del crédito en moneda extranjera y el mayor crecimiento del crédito en moneda nacional, es claro que se reducirá el porcentaje de dolarización de las colocaciones del sistema financiero. El ministro está confundido. Hace exactamente dos años, en abril de 2012, cuando el crédito en moneda extranjera crecía a la tasa anual de 15.1%, el ministro Castilla decía: «Los peruanos necesitamos aprender a vivir con una moneda fuerte, no se puede ir contra la tendencia». El tipo de cambio había disminuido a 2.60 soles por dólar y el BCR hacía pocos esfuerzos para evitar esta apreciación monetaria y la consiguiente pérdida de competitividad de los exportadores. 
El ministro critica la política cambiaria del BCR, justo cuando el crédito en moneda extranjera se desacelera y se registran fuertes presiones al alza del tipo de cambio, ¿Acaso le está pidiendo al BCR que deje de intervenir en el mercado cambiario; que no mantenga el tipo de cambio en 2.80 soles por dólar, es decir, que lo deje subir?
«En las últimas crisis –dijo Castilla-- el MEF fue el que pagó la factura». En el escenario actual de franco enfriamiento de la economía, el ministro le pide al BCR que comparta la factura de la desaceleración del crecimiento dejando subir el tipo de cambio. ¡De pronto cree en el papel expansivo del aumento del tipo de cambio o le preocupa la caída de la posición de cambio del BCR: US $ 9,450 millones entre abril de 2013 y febrero de 2014, mayor que la que se registró entre abril de 2008 y febrero de 2009: US $ 8,113 millones! Pero, solo Dios sabe lo que piensa este ministro.
El piloto automático le pasa la factura
Es claro que el piloto automático no sirve para remontar el actual enfriamiento económico. Castilla lo sabe. Él debe estar preocupado porque ya no puede aumentar más la inversión pública para contrarrestar la drástica reducción de la tasa de crecimiento de la inversión privada. Si esta inversión no crece a la tasa de 6%, el PBI no crecerá este año a la tasa de 5.5%.
Castilla reclama unir esfuerzos, porque «cuando hay una crisis no hay tiempo de pensar y reflexionar». Pero él no hizo gran cosa para evitar el enfriamiento económico. Ha mantenido el gasto en educación y salud prácticamente en los mismos porcentajes del PBI que alcanzaron en  los últimos años del gobierno anterior. No hizo nada para evitar la sistemática apreciación monetaria y la consiguiente pérdida de competitividad de las exportaciones, con lo que dificultó aún más la diversificación productiva. En 2011 dejó caer la inversión pública en 18%. Esta inversión, como porcentaje del PBI, bajó de 5.9% en 2010 a 4.5% en 2011; y, recién en 2013 aumentó a 5.8%. En este año se pretende lograr una inversión pública equivalente a 6.2% del PBI.
Por otro lado, la deuda pública en moneda extranjera representa el 45% del total. Es, por lo tanto, una deuda expuesta al riesgo cambiario. Él tampoco aceleró su desdolarización. Si el BCR deja de intervenir en el mercado cambiario, el tipo de cambio superaría los 3 soles por dólar, elevando así el costo en soles de la deuda pública. Este mayor costo reduciría los recursos para inversión y gastos sociales. «El mayor riesgo para el sistema financiero –dijo Castilla-- es el riesgo cambiario»; pero le faltó agregar que este sigue siendo también el mayor riesgo de las cuentas fiscales.
A modo de Conclusión
Castilla se confió en el piloto automático. No hizo nada para reducir la vulnerabilidad externa de la economía y enfrentar en mejores condiciones los efectos del estancamiento de la economía internacional y de la disminución de los precios de los commodities. La economía peruana se ha hecho más dependiente de importaciones. En 2005 las importaciones representaban el 77.6% de la suma total de la producción manufacturera y agropecuaria. Este porcentaje subió a 95.8% en 2010 y a 110.3% en 2013. Esta creciente dependencia impide sostener el crecimiento (o enfrentar el enfriamiento de la economía) con impulsos de demanda interna.



Publicado en el diario La Primera, el sábado 3 de mayo.

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