La historia de los países muestra el importante papel desempeñado por el comercio en el crecimiento de largo plazo. Antecedentes teóricos de este hecho se encuentran en escritos que datan desde el siglo XVII (Cantillón en 1755, Smith en 1776) hasta el siglo XIX (Ricardo 1817, Marshall en 1890). Ninguno de estos autores, sin embargo, pasaban por alto los efectos del contenido y de los términos del comercio. El neoliberalismo se apropió de la idea del comercio como motor del crecimiento, pero dejó de lado esos efectos.
El contenido y los términos del comercio explican por qué no todos los países comparten equitativamente sus beneficios. Ello depende --estaba claro desde los primeros escritos teóricos sobre el tema--, de las características de la oferta y de la demanda de los bienes que los países producen y comercian, pero también de las políticas económicas que adoptan.
No puede haber ganancias equitativas de comercio si su liberalización, en países como el nuestro, no modifica su estructura tradicional y, si los países desarrollados no modifican sus políticas de comercio dirigidas hacia nuestros mercados. Mientras estos nos exigen liberalizar nuestro comercio, ellos continúan protegiendo sus mercados, mediante, por ejemplo, los subsidios a sus productos agrícolas.
Después de más de quince años de libre comercio en nuestro país, no han cambiado ni la estructura de su comercio ni sus términos. Nuestros ingresos por exportaciones continúan dominados por las ventas de productos primarios, mientras aumentaron significativamente la penetración de importaciones manufactureras a nuestro mercado interno. Un shock externo adverso, puede, en estas condiciones, compensar las «ganancias actuales» de comercio con la reducción de la producción, en magnitudes mayores que en períodos anteriores, para contraer las importaciones.
Las exportaciones tradicionales siguen predominando en el total de las exportaciones. Durante 1994-2005, representaron, en promedio, el 70% del total y mostraron una ligera tendencia creciente. Por su parte, la participación de los productos no tradicionales disminuyó de 27.5% en 1994 a 24.7% en el 2005. En el total de los productos tradicionales, los mineros representaron una alta y creciente proporción. Entre los minerales más exportados se encuentran el cobre y el oro. China y Estados Unidos son los más importantes demandantes de cobre y, Estados Unidos, Suiza y Canadá, del oro. Le siguen las exportaciones de molibdeno (dirigidas principalmente a Chile); el zinc y el plomo. China es, además, el principal demandante de hierro y plomo. Aparte de los minerales, destacan los productos pesqueros, como la harina de pescado cuyos principales destinos son China, Alemania y Japón.
Tampoco hubo cambios importantes por el lado de las importaciones. Siguen pesando más las importaciones de insumos y bienes de capital. Su participación aumento de 71.2% en 1994 a 80.0% en el 2005. Este aumento se explica por el crecimiento relativo de las importaciones de combustibles, lubricantes y conexos: de 5.75% en 1994 pasa a 19.24% en el 2005. La participación de los insumos y bienes de capital para la industria se mantiene prácticamente constante en 50%. Nótese, además, que los insumos más requeridos provinieron de la industria minera y química; y, que las mayores demandas de bienes de capital importados se originaron en las industrias de telecomunicaciones, servicios de informática y manufacturera.
Estos datos indican que la liberalización del comercio no es un sustituto de la estrategia de desarrollo para países como el nuestro.
Publicado por el Diario La República
Tuesday, May 22, 2007
Sunday, May 06, 2007
¿Por qué el Perú sigue creciendo?
Hay tres fuentes que explican el crecimiento económico. Dos corresponden al mercado interno y la tercera al mercado externo. Las dos primeras provienen del crecimiento de la demanda interna y de la sustitución (o desustitución) de importaciones. La demanda en el mercado interno se satisface con producción nacional y/o con importaciones. Si el crecimiento de esta demanda es acompañado con un menor crecimiento de importaciones, entonces crece la participación relativa de la producción nacional en el abastecimiento del mercado interno: este fenómeno es conocido como «sustitución de importaciones». Si ocurre lo contrario, la producción extranjera desplaza a la producción nacional: se pierde mercado interno. La tercera fuente es el crecimiento de las exportaciones que se expresa en un incremento de la penetración de nuestros productos en el mercado externo.
Los primeros datos
De 1990 al 2000, el PBI y la demanda interna crecieron a tasas anuales promedio parecidas (3.97%). Las exportaciones e importaciones también crecieron a tasas anuales promedio prácticamente iguales (8.0%). Pero, lo más destacable es la pérdida relativa de mercado interno (la propensión a importar aumenta a una tasa de 3.9% promedio anual), aunque también aumenta a la misma tasa (3.9%) la penetración de nuestros productos en el mercado externo medido por el coeficiente de exportaciones a PBI.
Durante los años 2000 al 2006, la situación cambia notablemente. El PBI crece a una tasa anual promedio cercana al 5%, la demanda interna lo hace a una tasa ligeramente menor (4.5%), mientras que las exportaciones crecen a una tasa que supera a la tasa de las importaciones en 1.4%. Ambas tasas (8.43% y 7.0%, respectivamente) son significativamente mayores que la tasa de crecimiento del PBI. Además, la pérdida de mercado interno se desacelera (la propensión a importar crece a una tasa promedio anual de 2.3%), mientras que la penetración de nuestros productos en los mercados externos (es decir, el coeficiente de exportaciones a PBI) crece a una tasa superior de 3.4%.
Las fuentes del crecimiento
En ambos períodos el crecimiento del PBI estuvo básicamente influido por el efecto demanda interna, aunque este disminuye relativamente su importancia del 2000 al 2006. Por otro lado, el efecto de las exportaciones en el crecimiento del PBI aumenta al paso de los años: en el periodo 1990-2000 fue de 27.6% y de 31.9% en el periodo 2000-2006.
El efecto demanda interna fue de 88.8% en el período 1990-2000. Este porcentaje se obtiene manteniendo constante la propensión a importar del año inicial. Pero, durante el fujimorismo se produjo una importante pérdida de mercado interno que afectó el crecimiento del PBI con -16.6%. Este efecto, que Chenery llama el «efecto desustitución de importaciones», fue prácticamente compensado con el efecto que sobre el crecimiento económico tuvo el aumento del coeficiente de exportaciones a PBI.
En el período 2000-2006 la composición de las fuentes de crecimiento se modifica significativamente: el 78.4% corresponde al efecto demanda interna; 16.5% al crecimiento de las exportaciones sin cambios en su relación con el PBI; 15.3% al aumento de la penetración de nuestros productos en los mercados externos; y, solo -10.3% a la «desustitución de importaciones».
Políticas que acompañaron el crecimiento
Entre las que nos importa destacar hay dos. En el período 1990-2000 se aplica una política monetaria que encarece el costo del dinero y que, además, favorece la dolarización del sistema bancario. Por esta razón el crecimiento de la demanda interna fue acompañado por el crecimiento de los créditos al consumo en moneda extranjera. De otro lado, esa misma política, cuyo objetivo fue bajar drásticamente la inflación, deprimió el tipo de cambio real restando competitividad de nuestros productos en los mercados externos.
Tipo de Cambio Real Bilateral
Los primeros datos
De 1990 al 2000, el PBI y la demanda interna crecieron a tasas anuales promedio parecidas (3.97%). Las exportaciones e importaciones también crecieron a tasas anuales promedio prácticamente iguales (8.0%). Pero, lo más destacable es la pérdida relativa de mercado interno (la propensión a importar aumenta a una tasa de 3.9% promedio anual), aunque también aumenta a la misma tasa (3.9%) la penetración de nuestros productos en el mercado externo medido por el coeficiente de exportaciones a PBI.
Durante los años 2000 al 2006, la situación cambia notablemente. El PBI crece a una tasa anual promedio cercana al 5%, la demanda interna lo hace a una tasa ligeramente menor (4.5%), mientras que las exportaciones crecen a una tasa que supera a la tasa de las importaciones en 1.4%. Ambas tasas (8.43% y 7.0%, respectivamente) son significativamente mayores que la tasa de crecimiento del PBI. Además, la pérdida de mercado interno se desacelera (la propensión a importar crece a una tasa promedio anual de 2.3%), mientras que la penetración de nuestros productos en los mercados externos (es decir, el coeficiente de exportaciones a PBI) crece a una tasa superior de 3.4%.
Las fuentes del crecimiento
En ambos períodos el crecimiento del PBI estuvo básicamente influido por el efecto demanda interna, aunque este disminuye relativamente su importancia del 2000 al 2006. Por otro lado, el efecto de las exportaciones en el crecimiento del PBI aumenta al paso de los años: en el periodo 1990-2000 fue de 27.6% y de 31.9% en el periodo 2000-2006.
El efecto demanda interna fue de 88.8% en el período 1990-2000. Este porcentaje se obtiene manteniendo constante la propensión a importar del año inicial. Pero, durante el fujimorismo se produjo una importante pérdida de mercado interno que afectó el crecimiento del PBI con -16.6%. Este efecto, que Chenery llama el «efecto desustitución de importaciones», fue prácticamente compensado con el efecto que sobre el crecimiento económico tuvo el aumento del coeficiente de exportaciones a PBI.
En el período 2000-2006 la composición de las fuentes de crecimiento se modifica significativamente: el 78.4% corresponde al efecto demanda interna; 16.5% al crecimiento de las exportaciones sin cambios en su relación con el PBI; 15.3% al aumento de la penetración de nuestros productos en los mercados externos; y, solo -10.3% a la «desustitución de importaciones».
Políticas que acompañaron el crecimiento
Entre las que nos importa destacar hay dos. En el período 1990-2000 se aplica una política monetaria que encarece el costo del dinero y que, además, favorece la dolarización del sistema bancario. Por esta razón el crecimiento de la demanda interna fue acompañado por el crecimiento de los créditos al consumo en moneda extranjera. De otro lado, esa misma política, cuyo objetivo fue bajar drásticamente la inflación, deprimió el tipo de cambio real restando competitividad de nuestros productos en los mercados externos.
Tipo de Cambio Real Bilateral
El régimen de política macroeconómica cambia durante los años 2000-2006. Se adopta un esquema de política monetaria basada en metas de inflación que reduce el costo del dinero. Esta política se acompaña con intervenciones esterilizadas en el mercado cambiario, cuyo efecto fue elevar el tipo de cambio real. Por último, se introdujo el «programa de creadores de mercado de deuda pública interna» que, al estimular el desarrollo del mercado doméstico de capitales en soles, contribuyó no sólo con la eficiencia de la nueva política monetaria, sino también con la desdolarización del sistema bancario.
Tasas de Interés Activas en MN y ME
Tasas de Interés Activas en MN y ME
Crédito en MN y ME
A modo de conclusión, podemos decir entonces que los riesgos que enfrenta el actual crecimiento del PBI no están solo por el lado de los shocks externos adversos (como la caída de los precios de los minerales que exportamos o una salida de capitales al extranjero), sino también por el lado de la política monetaria que está promoviendo una mayor disminución del precio del dólar, poniendo en riesgo el crecimiento liderado por las exportaciones.
Publicado por el Diario La República
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