Saturday, January 26, 2013

Notas sobre el extractivismo peruano (I): La tropelía del Consejero Talavera

De acuerdo con Acemoglu --Why Nations Fail, 2012-- las instituciones son extractivistas cuando no incentivan la innovación, cuando erosionan la democracia, cuando evaden la fiscalización y favorecen el desarrollo de la corrupción. Estas instituciones coexisten con instituciones económicas extractivistas que operan extrayendo rentas, sin transformar ni innovar, y que rechazan la regulación de los mercados. Sus beneficiarios son los principales enemigos de la inclusión política y económica.

Extractivismo en el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM)

El extractivismo político y económico persiste en nuestro país desde la colonia. No se respeta los derechos ciudadanos y hay una estructura de incentivos contraria a la meritocracia, a la innovación y al desarrollo institucional.

Un ejemplo de extractivismo es lo ocurrido con el reciente concurso para el puesto de jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Las fases de este concurso y sus ponderaciones anunciadas por resolución del CNM, fueron: 1) examen escrito (20%), 2) evaluación del currículo (30%), 3) evaluación del plan de trabajo (20%), y 4) entrevista personal (30%). Las calificaciones de las fases 1 y 2 se encargaron a una comisión, con participación de ESAN, y sus resultados fueron publicados en la página WEB del CNM sin mayor dilación. La calificación de las fases 3 y 4 –realizadas el 15 de enero--  estuvo a cargo de seis de los siete miembros del CNM. El Ingeniero Gonzalo García Núñez se abstuvo de participar en todo el proceso de concurso por propia voluntad, dando muestras de integridad moral pues tenía algunos conocidos entre los concursantes.

Los citados seis consejeros --sin conocimientos ni especialidad en planeamiento estratégico y menos en ciencia política--, perjudicaron a la candidata Dra. Carlota Casalino Sen, quien obtuvo un puntaje promedio de 82.44, el más alto de las fases 1 y 2 del concurso. Estos seis consejeros, que no publicaron sus calificaciones a cada uno de los concursantes, favorecieron a Mariano Cucho Espinoza. En el examen escrito don Cucho obtuvo 66.7, ligeramente mayor que la nota mínima aprobatoria de 66.66 puntos. ¿Algún profesor universitario de Economía y Administración que haya leído los planes de trabajo y haya visto la entrevista personal, sería capaz de calificar a don Cucho con una nota mayor en casi 17 puntos que la que le correspondería a la Dra Casalino? Si le hubieran puesto una nota inferior en 10 puntos, ella habría ocupado el primer lugar.

Lo que queda claro es que el concurso de marras que dejó el 50% de su resultado a discreción de los seis integrantes del CNM, sirve –como en toda institución extractivista--, para ocultar o rellenar su ausencia. En realidad no hay concurso. Y, lo que es peor, la ausencia de transparencia (pues no se ha publicado el detalle de las calificaciones) no es causal para impugnar la decisión del CNM. Su reglamento dice: «El acuerdo adoptado es inimpugnable». Las instituciones extractivistas no favorecen la auditoria ciudadana, no fortalecen el servicio civil con personal idóneo y calificado, no innovan y, por supuesto, practican la corrupción y el tráfico de influencias.

La tropelía del consejero Pablo Talavera Elguera

El abuso de poder y la falta de respeto al Estado de Derecho es otra de las características de las instituciones extractivistas. En la entrevista personal, el señor Pablo Talavera del CNM, cometió una infracción que no fue ni censurada ni amonestada por sus pares. Este señor amenazó a la Dra. Casalino con condicionar su voto si no le decía el tipo de relación que ella mantenía con Félix Jiménez. Orondo pontificaba su preocupación por la autonomía de la ONPE, la misma que supuestamente peligraría de estar ella relacionada con el responsable del Plan de Gobierno La Gran Transformación.

Talavera convirtió la entrevista en un juicio, pero situándose fuera del Estado de Derecho y de las normas que establecen los requisitos para ser jefe de la ONPE. Siendo un  abogado, puso en duda públicamente la integridad profesional, ética y moral de la Dra. Casalino. Hizo prácticamente una acusación temeraria que está tipificada en el artículo 402º del Código Penal como denuncia o acusación calumniosa. Quería inmiscuirse en la vida privada de una concursante, violando sus derechos constitucionales. El abogado Talavera ignora, además, que la ley no restringe el derecho a la participación política de las personas vinculadas al Jefe de la ONPE ni exige que el Jefe de la ONPE deje de ejercer el cargo por tener algún pariente o vinculado participando en política.

Todorov dice que «la democracia genera por sí misma fuerzas que la amenazan». Por eso hay que estar alertas. Efectivamente, la mediocridad, la corrupción, el privilegio y la inmoralidad enquistados en las instituciones del Estado, son los enemigos de la democracia en nuestro país. Inmiscuirse en los asuntos privados de los ciudadanos es una violación a los principios democráticos y al Estado de Derecho.  Ante esta violación no se puede guardar silencio.

A modo de conclusión

Todorov dice que «la democracia se caracteriza no sólo por cómo se instituye el poder y por la finalidad de su acción, sino también por cómo se ejerce». Es una obligación de los ciudadanos, por lo tanto, imaginar mecanismos de control y evaluación constitucional no solo de los gobernantes, sino también de instituciones como el CNM que nombran jueces y autoridades del poder electoral. 


Publicado en el diario La Primera el sábado 26 de enero.

Saturday, January 19, 2013

Las debilidades del actual crecimiento económico peruano

La última década de crecimiento económico corresponde, dicen algunos analistas, al mejor período de la historia moderna del país. La tasa de crecimiento del PBI y la estabilidad macroeconómica se exhiben como las características fundamentales de este período supuestamente inmejorable. Consecuentemente, la recomendación de estos analistas es que hay que «seguir haciendo lo que se está haciendo a nivel macro», invertir en educación y cuidar el contexto externo para enfrentar sus efectos de manera eficiente y oportuna. Su poca formación en temas de desarrollo les hace confundir crecimiento con desarrollo y desigualdad con impuestos regresivos

La economía es más vulnerable a shocks externos adversos

No se puede afirmar que el crecimiento económico de la última década sea la expresión de una economía con una estructura productiva sólida, es decir, de una economía cuyo funcionamiento es relativamente autónomo respecto de las fluctuaciones de la economía internacional.

Nuestra hipótesis es que la economía peruana de los últimos veinte años es más vulnerable a los shocks externos adversos que la economía peruana de los años sesenta del siglo pasado. Dos son las razones. En primer lugar, el liderazgo del crecimiento económico del período neoliberal no lo tiene el sector manufacturero; y, en segundo lugar, la economía actual está más penetrada por importaciones. Estos dos fenómenos se dan en una economía que mantiene su vector de exportaciones especializado o poco diversificado, debido al predominio de las exportaciones primarias o tradicionales.

Características del crecimiento de los períodos 1959-1967 y 2003-2011

De 1959 a 1967 la economía peruana creció a la tasa de 7.2% promedio anual.  Este crecimiento fue impulsado por el sector manufacturero que se expandió, en el mismo período, a la tasa de 7.8% promedio anual. Durante el período 2003-2011 las tasas de crecimiento son menores. El PBI crece a la tasa promedio anual fue de 6.8%, mientras que la producción manufacturera lo hace a la tasa de 6.6%.  Por lo tanto, se puede decir que en términos de tasas de crecimiento, no estamos en el mejor período de la historia moderna del país.

Durante los años 1959-1967 las exportaciones de bienes y servicios crecen, en términos reales, a una tasa promedio anual de 8.6%, mientras que en el período 2003-2011 lo hacen a la tasa de 6.4%. En ambos períodos las importaciones crecen más rápido, pero la gran diferencia es que en el primero la economía se está industrializando, sustituyendo importaciones. Se trata de un período donde el sector manufacturero está liderando el crecimiento y, por lo tanto, acrecentando su participación en la producción total. Ello no obstante, las importaciones totales del período representan el 80% de la producción manufacturera total.

La situación es totalmente distinta en el período 2003-2011. La industria crece a una tasa menor que la del PBI; por lo tanto, pierde liderazgo y peso en la producción total país.  Y, lo que es peor, las importaciones totales superan a la producción manufacturera en 34.1%. En otras palabras, la economía peruana del período neoliberal está produciendo bienes manufacturados que solo representan el 74.5% de las importaciones totales.  La tendencia a producir bienes manufacturados en montos cada vez menores a los que importamos corresponde a todo el período neoliberal, de 1990 a la fecha. Hemos pasado de una economía con una propensión a importar de 13.7% en el período 1959-1967 a una economía con una propensión a importar de 20.3% en el período 2003-2011.

El crecimiento es de baja productividad

¿Qué sectores impulsan el crecimiento actual? De acuerdo con información del INEI la tasa de crecimiento del PBI de enero a noviembre de 2012 fue de 6.37%. Los sectores de servicios y de producción de no transables explican el 78.6% de este crecimiento. Es decir, el liderazgo del crecimiento lo tienen los sectores Construcción, Comercio, Resto de Otros Servicios, Derechos de Importación e impuestos (¡), Transporte y Comunicaciones, Servicios Prestados a Empresas, y Restaurantes y Hoteles. Como se sabe, el grueso de la PEA ocupada de baja calificación y productividad se encuentra es estos sectores. Este no fue el caso del crecimiento correspondiente al período 1959-1967.

Es claro entonces que el período de crecimiento actual no es el mejor de la historia. El empleo es temporal y con alta rotación en los sectores de servicios. Los empleos son por lo tanto precarios y con bajos niveles de sueldos y salarios.  Pero como se trata de un crecimiento altamente dependiente de importaciones, los empleos no tienen horizontes de estabilidad prolongados y menos ingresos adecuados. Por lo demás, los inversionistas privados saben que el boom de precios de los metales no puede ser permanente. Más temprano que tarde reaparecerá el límite al crecimiento por el lado del sector externo de la economía. El neoliberalismo está reeditando las crisis cíclicas de la balanza de pagos, pero en peores condiciones.

A modo de conclusión

Los neoliberales criollos creen que lo que ocurre con el tipo de cambio depende «esencialmente de lo que pasa afuera»; y, creen que la desigualdad se resuelve con impuestos más progresivos y con más gasto en educación. Lo que el país requiere es  un nuevo modelo de crecimiento basado en la reindustrialización y en el desarrollo del agro. Esto significa, entre otras cosas, desarrollar mercados internos, mantener un tipo de cambio estable y competitivo, y controlar eficientemente el influjo de capitales. 
 
 
 
Publicado en el diario La Primera, el sábado 19 de enero.

Sunday, January 13, 2013

Camino al ocaso del neoliberalismo

La crisis económica actual está provocando un intenso debate sobre los efectos nocivos del neoliberalismo a escala mundial. Prácticamente todos los países desmantelaron los estándares regulatorios de sus mercados financiero y de trabajo, liberalizaron su comercio exterior y su cuenta de capitales, y minimizaron el tamaño y el papel del Estado. Con ello generaron una creciente desigualdad en la distribución de los ingresos, junto a un déficit estructural de demanda que fue compensado con un creciente endeudamiento. 

La crisis de la doctrina neoliberal

Los efectos económicos y sociales de la crisis –el estancamiento de la producción y el creciente desempleo que está afectando más a los jóvenes—se exacerban con las medidas de austeridad fiscal.  Los recortes del gasto en infraestructura pública y en los sectores sociales, prolongan el estancamiento económico, reducen notablemente las oportunidades de empleo y generalizan los conflictos sociales poniendo en peligro los regímenes democráticos en los países europeos. Por eso sostenemos que la crisis financiera y económica actual es también la crisis del modelo neoliberal.

Las apreciaciones monetarias que desestimulan la producción de transables y originan desequilibrios en las cuentas corriente de los países emergentes por la creciente penetración de importaciones, ha hecho recular al FMI en sus convicciones sobre la libre movilidad de capitales.

La política de austeridad fiscal, tanto en Norteamérica como en Europa, no sirve para relanzar el crecimiento económico y la generación de empleo. Recordemos que este mismo tipo de política generó la llamada «década perdida» en la América Latina de los años 1980s. Según Olivier Blanchard, Director del Departamento de Investigación del FMI, esta institución se equivocó en la magnitud del ajuste que recomendó a los países de la periferia europea para salir de la crisis. Se equivocaron, dijo, en la magnitud del multiplicador de los ajustes fiscales: por cada dólar de recorte fiscal se perdían 1.5 dólares y no 0.5 dólares como inicialmente habían estimado (véase Growth forecast errors and fiscal multipliers, enero 2013).

La política de minimización del Estado está a su vez generando el deterioro e insuficiencia de los bienes y servicios públicos. No hay inversión privada que compense este deterioro. Las bajas tasas de interés en los países del centro, solo estimulan un creciente flujo de capital especulativo hacia la periferia donde las tasas de interés son relativamente más altas. La desaceleración y/o estancamiento de la inversión productiva privada en los países del centro, a pesar de sus bajas tasas de interés, está afectando su estructura productiva y, por lo tanto, su capacidad de competitiva frente a los países emergentes del Asia, con China en primer lugar.

Todo esto ocurre en un contexto de libre comercio, donde los países con apreciaciones monetarias prolongadas, son las que más pierden desde una perspectiva de mediano o largo plazo, pues el crecimiento de estos países, impulsado por la producción de no transables y altamente dependiente de importaciones, tiene un límite en el sector externo de sus economías.

Hacia una nueva relación entre el Estado y el Mercado

El dominio del neoliberalismo desde la era Reagan-Thatcher estuvo caracterizado por su rechazo a la posibilidad de una relación virtuosa entre el Estado y el Mercado. Según los neoliberales el Estado es depredador y su intervención en la economía afecta la eficiencia de los mercados libres, perjudicando el bienestar de la población. Hoy, esta doctrina está en crisis. Su dominio durante más de tres décadas, ha provocado desbalances globales y desbalances internos  en los países del centro y de la periferia.

En los países emergentes como el nuestro, el neoliberalismo ha descuidado la esfera productiva de la economía. Como le importa más el supuesto bienestar de los consumidores, ha propiciado la creciente penetración de importaciones en el mercado interno, dificultando así la diversificación del aparato productivo, es decir, el desarrollo industrial y agro-industrial.

Es claro ahora que no se puede aspirar a ser competitivos en el mundo actual solo sobre la basa del abaratamiento del costo del trabajo. Como dice Rodrik, «una economía sólida requiere una estructura productiva sólida. Y el consumo debe estar respaldado por un alto empleo con salarios adecuados».

La preocupación por la diversificación productiva y no solo por el consumo, conduce a una diferente posición sobre el papel del comercio internacional. Mientras los neoliberales optan por el libre comercio para favorecer el consumo con importaciones más baratas, los que proponemos la diversificación productiva subordinamos el comercio a este fin: el comercio debe servir al desarrollo de la economía interna y de sus mercados, así como a la expansión del empleo con salarios adecuados. Desde esta perspectiva el Estado tiene un enorme papel que cumplir para desarrollar mercados a lo largo y ancho del país, para promover la innovación y la diversificación productiva, para independizar la política monetaria de la política cambiaria y para mantener un  tipo de cambio estable y competitivo.    

A modo de conclusión

Es bueno que algunos neoliberales criollos ahora afirmen que el Estado debe impedir la gestación de una burbuja inmobiliaria e interrumpir la creciente apreciación de la moneda --ambas asociadas al creciente influjo de capitales en nuestro país.



Publicado en el dario La Primera, el sábado 12 de enero.

Saturday, January 05, 2013

La receta del FMI para asegurar un crecimiento con inclusión social

El 14 de noviembre pasado el FMI dio su «aprobación» a los controles de capital, argumentando que «la globalización financiera puede inducir a crisis financieras y a movimientos de divisas económicamente desfavorables». Y hace solo ocho días —el 26 de diciembre— recomendó públicamente emprender un conjunto de reformas para asegurar crecimiento con inclusión social en nuestro país.

Mi experiencia con las misiones del FMI

¿Ha cambiado el FMI? La recomendación del uso de impuestos y otras restricciones a la entrada de capitales para evitar la apreciación de nuestra moneda, es una medida sensata para un país con un escaso desarrollo industrial y con exportaciones predominantemente primarias. Asimismo, proponer un crecimiento con inclusión social es sugerir un cambio en el estilo de crecimiento, dejar el estilo de crecimiento extractivista para optar por un crecimiento inclusivo. Pero cuidado, el FMI no ha cambiado. ¿No es está acaso recomendando recortes fiscales a los países endeudados de la periferia europea para salir de la crisis?

Soy de los que piensan que el FMI y el Banco Mundial fueron los responsables de la «década perdida» por casi todos los países latinoamericanos endeudados en los años ochenta. Estas mismas instituciones participaron de distintas maneras en la renegociación de la deuda que, en el caso de Perú, significó la acumulación de sus servicios en la primera década de este siglo hasta alcanzar un promedio de 3.5% del PBI. Eran los años del gobierno de Alejandro Toledo, quien había ofrecido incrementar los gastos en educación y los sueldos de los maestros. El país gastaba más en servicios de la deuda externa que en educación.

Tuve la oportunidad de participar en reuniones con miembros de la misiones del FMI en los primeros años del gobierno de Toledo y recuerdo que escuché asombrado su recomendación de reducir los gastos fiscales para generar un superávit primario de 1.5% del PBI. Este absurdo era indispensable según el FMI para lograr la estabilidad macroeconómica y cumplir con los acreedores de la deuda externa. Es importante recordar que Fujimori dejó una economía en recesión y un déficit fiscal de cerca del 3% del PBI.

Cuestioné tajantemente esta política recesiva del FMI; y, en su lugar, propuse iniciar el prepago de la deuda externa y reperfilar sus servicios, desarrollando un mercado de deuda interna en soles, junto a otras medidas. La idea era bajar el peso de los servicios de la deuda a menos de 2% para liberar recursos y destinarlos al aumento de los gastos en educación y salud. (Las contribuciones que hice durante mi paso por el MEF en los años 2001 a 2004 pueden verse en mi libro Reglas y Sostenibilidad de la Política Fiscal, publicado por el Fondo Editorial de la PUCP).

Las propuestas ideológicas del FMI

El FMI no ha renunciado a sus propuestas ideológicas. Sigue patrocinando el libre comercio para países como el nuestro, desconociendo la experiencia histórica de los países desarrollados. También sigue creyendo en el libre movimiento de capitales, solo que ahora sostienen que este requiere «un determinado umbral de desarrollo institucional financiero y de gobierno que los países emergentes no lo tienen».

Por otro lado, el FMI afirma que la significativa inestabilidad financiera mundial se debe a la política de acumulación de reservas que adoptaron en la última década muchos países emergentes, como el Perú. El FMI no reconoce que esta política les permitió a estos países enfrentar la volatilidad del tipo de cambio y la pérdida de competitividad de sus exportaciones no tradicionales. Como dice K. P. Gallagher «a pesar de la abundante evidencia académica y de la experiencia de los países en contrario, el FMI sigue obstinadamente aferrado a la idea de una eventual liberalización de la cuenta de capitales».

Y, ¿qué reformas nos recomienda para asegurar un crecimiento con inclusión social? El FMI recomienda «aumentar la competitividad mediante la valorización del capital humano y el mantenimiento de la flexibilidad del mercado de trabajo; eliminar cuellos de botella en infraestructura; optimizar el clima de negocios para fomentar la inversión y la innovación; y mayor desarrollo del mercado de capitales para facilitar la inversión y una mejor asignación de los ahorros».

El FMI sigue postulando aumentar la competitividad abaratando el costo del trabajo y desmantelando los estándares regulatorios y tributarios para mejorar el «clima de negocios». Sobre el tema de la infraestructura no hay texto alguno donde el FMI lo relacione con la expansión de los mercados internos y la política industrial. Por último, hay que mencionar que el FMI era reacio al desarrollo del mercado de deuda pública en soles, requisito indispensable para desarrollar el mercado de capitales en el país. Me temo que el FMI sea el promotor de la compra y venta de bonos por instituciones financieras y empresas extranjeras en el mercado local; lo cual solo acrecienta la vulnerabilidad de dicho mercado. 

A modo de conclusión

Ollanta Humala dice que la economía no está en «piloto automático». No se da cuenta que su equipo económico neoliberal está exacerbando la vulnerabilidad de la economía ante shocks externos adversos. Ollanta Humala no toma en cuenta lo que implica tener una economía que importa bienes manufacturados por un monto que supera notablemente la producción manufacturera interna.  




Publicado en el diario La Primera, el sábado 5 de nero de 2013.

Wednesday, January 02, 2013

Diecisiete meses de Gobierno de Ollanta Humala: Balance y perspectivas

El gobierno de Ollanta Humala termina sus primeros diecisiete meses con una economía menos competitiva y penetrada por importaciones, con un crecimiento económico que no se basa en la productividad y con una mediocre gestión fiscal.

Economía menos competitiva

Durante estos diecisiete meses de gobierno ha continuado la tendencia sistemática a la caída del tipo de cambio real que empezó con Alan García.  De agosto de 2011 a diciembre de 2012 el tipo de cambio real multilateral se redujo en 10.5% y el tipo de cambio real bilateral en 6.7%.  Los exportadores de productos no tradicionales saben que la caída de del tipo de cambio real encarece sus productos en los mercados internacionales y, por lo tanto, les hace competir con enorme desventaja en estos mercados.

Además, la caída del tipo de cambio real abarata las importaciones. La economía se hizo más dependiente de importaciones. Ollanta Humala también en este aspecto continuó la política de García.  Hoy se importa más bienes manufacturados de los que producimos internamente. El valor de los insumos, bienes de capital y bienes de consumo duradero importados representa el 123.9% del valor total de la producción manufacturera. En los años 1974-1975, cuando se hablaba del apogeo de una industria adicta a dólares e importaciones, los bienes de consumo duradero, insumos y bienes de capital importados  representaban sólo el 55.1% de la producción manufacturera.

El crecimiento no se basa en aumentos en la productividad

El crecimiento económico se debe fundamentalmente al crecimiento de la construcción, del comercio y de los servicios. Durante los primeros nueve meses de este año respecto a similar período de 2011, el crecimiento del PBI fue de 6.3%. Los sectores que crecieron por encima de este promedio fueron: Construcción (16.24%), Comercio (6.82%), Transporte y Comunicaciones (7.33%), Servicios Prestados a Empresas (7.5%), Restaurantes y Hoteles (9.1%), y Resto de Otros Servicios (6.75%). Todos estos son sectores de producción de no transables, es decir, de producción que no se comercian en los mercados internacionales.  La tasa de crecimiento de la manufactura fue de solo 0.99% y de la agricultura de 4.6%.  En el conjunto de los sectores de servicios, incluido el comercio, se encuentran de manera predominante las empresas «de 1 a 10 trabajadores» donde los ingresos de os trabajadores son bajos. El crecimiento, entonces, está impulsado por sectores de baja productividad.

La mediocre gestión fiscal

En la Hoja de Ruta se hace énfasis en el monitoreo de la inversión pública para asegurar su ejecución. Pero el ministro Castilla que anda promocionando la inversión extranjera, ha repetido su ineficiencia del año pasado. Del total presupuestado para 2012 en proyectos de inversión, ha gastado solo el 65%.  Este ministro tampoco ha hecho mucho para desarrollar el mercado de capitales en soles, ni para reducir el peso de la deuda externa. Por el contrario, ha aumentado la deuda con el BID y con la CAF. Es además el responsable de que el famoso gravamen minero sólo haya permitido recaudar S/. 1,500 millones y no los S/. 3,000 millones que anunció en su momento.

Perspectivas

No hay cambios en el actual estilo de crecimiento. La economía se ha hecho más dependiente de importaciones. Por lo tanto, en una situación de largo estancamiento de la economía mundial y de reducción sostenida de los términos de intercambio, el crecimiento económico habrá encontrado un límite.
 
 
 
Publicado en el diario La Primera el 2 de enero de 2013.