Saturday, December 07, 2013

Desaceleración y Composición del Crecimiento Económico

La crisis de 2008-2009 ha configurado un escenario externo que está caracterizado por la disminución del crecimiento de la economía mundial, en especial de la economía China; la reducción de los precios de los minerales y el fin de su ciclo ascendente; y, una notable incertidumbre respecto a la tasa de interés y política monetaria de los Estados Unidos que seguirá provocando volatilidad en los mercados financieros, en especial, en los mercados de divisas de los países como el nuestro. Este escenario adverso para la economía peruana  --que para muchos será prolongado-- prácticamente ha apagado el motor de su crecimiento. Las exportaciones totales decrecieron en 2012 y es altamente probable que este año su caída sea mayor.  
 
La desaceleración del crecimiento peruano
 
La tasa de crecimiento del PBI registra una tendencia claramente descendente desde el segundo trimestre de 2010  (véase gráfico). Si el escenario internacional descrito empeora o si solo se prolonga el actual estancamiento de la economía mundial, no hay manera de reeditar las tasas de crecimiento del período previo a la crisis.
 
 
Los sectores no transables (Construcción, Comercio y Otros Servicios) son los únicos que siguen liderando el crecimiento. No obstante, es importante señalar que el crédito interno también se desacelera cuando se apaga el motor externo de la economía; en consecuencia, los sectores no transables tampoco reeditaran las tasas de crecimiento que registraron antes de la crisis de 2008-2009. Aunque los sectores Comercio y Otros Servicios siguen creciendo por encima del promedio, sus tasas ya registran una tendencia decreciente durante los últimos catorce trimestres. El sector más volátil es Construcción, pero también la tendencia de su crecimiento es a la baja.
 
De enero a setiembre el crecimiento del PBI fue de 4.9%, pero básicamente porque crecieron por encima de 5% Construcción (10.5%), Comercio (5.5%), Transportes y Comunicaciones (5.4%), Financiero y Seguros (8.2%), Servicios Prestados a Empresas (6.7%), Restaurantes y Hoteles (6.6%) y Resto de Otros Servicios (5.6%). Todos estos sectores explican el 62.81% del PBI. Visto de otra manera, los sectores transables (Agropecuario, Pesca y Manufactura) que producen fundamentalmente para el mercado interno, explican solo el  24.3% del PBI; mientras que los sectores no transables explican el 71.04% del PBI. A la Minería e Hidrocarburos le corresponde la diferencia: 4.67%.
 
Las ponderaciones y las respectivas tasas de crecimiento sectorial, permiten estimar las tasas de crecimiento de los transables y no transables. En efecto, entre enero y setiembre de este año el grupo de Transables (Agropecuario, Pesca y Manufactura) creció a la tasa de 1.5%, mientras que el grupo de no-Transables lo hizo a la tasa de  5.9%. La tasa de crecimiento de Minería e Hidrocarburos fue de 1.68%. De otro lado, en el tercer trimestre de este año, el 89.6% del crecimiento del PBI (4.4%), fue explicado nada menos que por Otros Servicios, Comercio, Construcción y, Derechos de Importación y Otros impuestos, todos los sectores no-Transables.
 
Transables, importaciones y Crecimiento del PBI
 
Los sectores más afectados por el actual estilo de crecimiento han sido los transables, en especial la industria manufacturera que prácticamente no crece desde el cuarto trimestre de 2011. Las importaciones de bienes y servicios a precios constantes representan el 196.1% de la producción manufacturera. A inicios de la década de 1990, este porcentaje era de 89.4%, en promedio. La penetración de importaciones ha sido espectacular. La propensión a importar bienes y servicios respecto a la producción total de transables (Agropecuario, Pesca y Manufactura) aumentó de 53.9% en 1991, a 82.8% en 1997 y a 103.9% en 2008. En 2012 esta propensión subió a 127.4%.  Si tomamos como referencia el PBI agregado, la propensión a importar bienes y servicios aumentó de 13,.3% en 1991 a 27.8% en 2012. Por último, las importaciones de bienes y servicios como porcentaje del consumo final privado pasaron de un promedio de 20.9% en la primera mitad de la década de 1990 a 42.0% en 2012.
 
La información anterior revela que el actual estilo de crecimiento no solo descuidó el desarrollo de mercados internos, sino que le hizo perder parte importante de los mercados existentes a la producción nacional. En estas condiciones y en el contexto internacional actual, el impulso al crecimiento del PBI mediante la expansión de la demanda interna solo puede generar crecientes déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Durante los años 2004-2007 de alto crecimiento y de precios de los minerales elevados, la cuenta corriente fue superavitaria. Después, desde 2008, la cuenta corriente es deficitaria con la novedad que los déficit son crecientes en valor absoluto: -1.9% en 2011, -3.4% en 2012 y -5.5 en los primeros tres trimestres del presente año.
 
A modo de Conclusión
 
La estructura de precios relativos configurada con las políticas neoliberales, redujo relativamente la inversión en equipamiento, mientras aumentó la inversión en construcción. Esto produjo una relativa reducción de la capacidad productiva per cápita, con lo cual, los aumentos sostenidos del PBI per cápita se traducen en mayores importaciones y, por lo tanto, en crecientes déficit comerciales. Crecer sólo con impulsos de demanda interna, dada la estructura productiva y el escenario internacional actual, es un proceso que tiende a auto-derrotarse, porque genera importantes déficit en la cuenta corriente  de la balanza de pagos.
 
 
 
 
Publicado en el diario La Primera, el sábado 7 de diciembre 

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