¿Con
más inyección de liquidez se superará la crisis internacional actual?
Algunos escribidores locales creen que con estos anuncios hechos
por los presidentes Bernanke (de la FED) y Dragui (del BCE) se remontaría
la actual crisis internacional. Estos mismos escribidores, seguros de su
aserto, se han adelantado a recomendar al Banco Central de Reserva del Perú a
elevar su tasa de interés de referencia y al MEF a continuar con su actual
política contractiva. Estos escribidores creen que la crisis internacional actual
es solo financiera y que, por lo tanto, se expresa únicamente en un problema de
liquidez. Están en línea con aquellos economistas del resto del mundo que,
apoyándose en Minsky –ese gran economista postkeynesiano autor de «Stabilizing an
Unstable Economy (1986)»--, dicen que los significativos apoyos a la banca mediante
inyección de liquidez son la clave para salir del atolladero actual.
El razonamiento de Minsky es como sigue. El creciente
endeudamiento (o euforia) en relación a los ingresos o activos, continúa mientras
la economía en su conjunto está funcionando relativamente bien. Si no hay nada
que indique lo contrario, seguir prestando no le parece riesgoso a los bancos. Así,
los niveles de endeudamiento llegan a un nivel tan alto que cualquier cosa
puede desencadenar el denominado momento
Minskyiano. Este no es otra cosa que el estallido de la burbuja de los
préstamos y el inicio de la recesión. Para Krugman la causa inmediata poco
importa, lo importante es que los prestamistas redescubren los riesgos de la
deuda y termina la euforia. Los bancos ya no prestan, sus activos (papeles)
pierden valor y estos comienzan a enfrentar problemas crecientes de liquidez:
Simultáneamente los consumidores e inversionistas ya no se endeudan porque
aumenta la carga de su deuda y, consecuentemente, ya no gastan en bienes de
consumo e inversión, con lo cual se acentúa la recesión.
La verdadera causa de la crisis
Las inyecciones de liquidez al sistema financiero son importantes
y necesarias. Pero Minsky, que era un Keynesiano, sabía que «se puede llevar al
caballo al lago, pero no se le puede obligar a tomar el agua». Es decir, la
política monetaria orientada a la reducción de las tasas de interés y a la
provisión de liquidez al sistema financiero (el Banco Central es un prestamista
de última instancia), no es suficiente para estimular la demanda agregada (el
gasto en consumo e inversión).
La euforia crediticia tuvo su origen en una insuficiencia de
demanda efectiva creada por el modelo neoliberal que se impuso en el mundo con
el ascenso al poder de Margaret Thatcher en Inglaterra (1979) y de Ronald
Reagan en Estados Unidos (1981). Este tema fue tratado en mi artículo «La
crisis global y el colapso del modelo liberal», que publiqué en abril de 2009
(ver mi blog). A esta altura ya nadie
puede ignorar que la creciente desigualdad en la distribución del ingreso generada por estas las políticas, impactaron
e impactan negativamente en la demanda agregada.
La causa de la crisis financiera está relacionada entonces con la situación
económica y el estilo de crecimiento creados por las políticas neoliberales. Minsky
se dedicó al estudio de la evolución de la urdimbre financiera de las economías
capitalistas. Él sabía, por lo tanto, que desde el año 1980 se inició «el
relajamiento de las restricciones sobre los tipos de préstamos que los bancos
podían realizar». Es su libro «End this
depression now», Krugman dice que la desregulación empieza con la
aprobación, por Carter en 1980, de la Ley
de Control Monetario «que puso fin a las regulaciones que impedían a los
bancos a pagar intereses sobre muchos tipos de depósitos».
Las desregulaciones y las rebajas sustanciales de impuestos a los
que más tienen, se imponen mediante una crítica intensa a las políticas
keynesianas que acompañaron al crecimiento económico de postguerra. Pero en la base
del estilo de crecimiento del modelo neoliberal, está la ruptura del pacto
social entre el capital y el trabajo, es decir, el fin del «Golden Age» del «capitalismo cooperativo» de post guerra –que es como lo denomina
Krugman. Con salarios estancados y que ya no siguen a la evolución de la
productividad, aumenta la desigualdad y se acrecienta la insuficiencia de
demanda efectiva.
A modo de conclusión
Los que no entienden el origen de la crisis seguro que adhieren a
las políticas de austeridad que serán sin duda, parte de la estricta
condicionalidad de las compras de bonos anunciada por el BCE. Y, con esa misma
falta de información, se atreven a proponer políticas, monetaria y fiscal, contractivas
para nuestro país.
Publicado en el diario La Primera, el sábado 22.
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