«Solamente quien construye el
futuro tiene derecho a juzgar el pasado»
Friedrich Nietzsche.
Los cipayos de
ahora dicen que el fujimorato puso
orden en la economía y que sus reformas explican el crecimiento de estos años. En
este artículo vamos a mostrar que no existen indicios sólidos de un proceso de
modernización de la economía durante los años del «pragmatismo fujimorista».[1]
Productividad y fuentes del crecimiento económico
La productividad y los factores, capital y trabajo, explican el crecimiento de largo plazo del PBI. Pero sus contribuciones varían de acuerdo con las políticas económicas que se aplican en el tiempo. En el caso de nuestro país, la contribución de la productividad al crecimiento fue notable durante 1950-1970, comparado con lo que ocurrió entre 1990 y 2008 (véase Cuadro): 35.7% en 1950-1960 y 39.6% en 1960-1970. En los años del fujimorismo neoliberal (1990-2000), la contribución de la productividad al crecimiento fue negativa y de 30.0% en 2000-2008. Por último, en los años 80s, de crisis de la deuda y de políticas económicas irresponsables, la caída de la productividad casi compensa la contribución de los factores capital y trabajo.
CUADRO
De otro lado, la contribución del
factor trabajo fue mayor en los años 1980 a 2008. Entre 1960 y 1970, período en el que el PBI
crece a una tasa promedio anual prácticamente igual a la registrada en los años
2000-2008, la contribución de cada uno de los factores fue menor que la de la
productividad y, de los dos factores, el capital fue el que tuvo la mayor contribución.
En consecuencia, los aumentos en la
productividad y la modernización fueron más importantes en los años de
industrialización que en el período neoliberal. Claramente
el progreso tecnológico que expresa los cambios en la productividad fue mayor en
los años 50s y 60s, no obstante el carácter espurio de esta industrialización, que
en los años 1990-2008.
Productividad y modernización de la economía
La contribución de
la acumulación de capital al crecimiento económico fue más importante en los
años 1950-1980, que en los años 1990-2008. A juzgar por la evolución de la
relación capital-trabajo (o intensidad de capital) (véase Gráfico 1), el
proceso de modernización de la economía es marcadamente ascendente de 1950
hasta fines de los años setenta. Después, este indicador de modernización registra
una tendencia ligeramente decreciente. Por lo tanto, entre 1980 y 2008, el
proceso de modernización se estanca.
Esto tiene que ver, sin duda, con la reprimarización y terciarización de
la economía que tuvo lugar en esos años.
Por otro lado, la
productividad total de los factores aumenta sistemáticamente hasta alcanzar un
máximo en los años 1974-1975 (véase Gráfico 2). Después desciende hasta
estancarse entre los años 1991
a 2004; y, luego inicia una leve recuperación, pero sin superar
los niveles registrados a inicios de los años 60s.
GRAFICO 2
Los comportamientos
de la productividad y de la relación capital trabajo –indicador importante de
modernización económica--, evidencian la presencia de un importante proceso de
modernización durante los años 1950-1975 (véase Gráficos 1 y 2). Precisamente en
estos años la productividad de los factores aumenta sistemáticamente al igual
que la relación capital trabajo. Después ambas descienden corroborando la
ausencia de modernización con impacto para el conjunto de la economía.
El cambio en la estructura de la inversión bruta fija a favor de la inversión en construcción también corrobora la inexistencia de modernización durante el «fujimorismo neoliberal». Entre 1950 y 1975 la participación de la inversión en maquinaria y equipo, fluctúa alrededor de una tendencia creciente; pero, después pierde importancia, mientras aumenta de modo notable la participación de la inversión en construcción.
La modernización de
las economías de mercado no se logra con el predomino de la inversión en
construcción sobre la inversión en maquinaria y equipo. Sabemos además que los
países con altos niveles de inversión en maquinaria y equipo tienen tasas de
crecimiento del producto per cápita más altas y, por lo tanto, mejores
estándares de vida para su población. Además, los trabajadores de un país que
invierte más en maquinaria y equipo modernos participan en un proceso de
aprendizaje que los mantiene actualizados con los últimos desarrollos
tecnológicos.
A modo de
conclusión
El proceso de
modernización del país ocurrió pari pasu
con el proceso de industrialización sustitutiva de importaciones. ¿Significa
esto que debemos restaurar esta estrategia de crecimiento? La respuesta es No.
Ese proceso de industrialización fue espurio. Necesitamos una nueva estrategia
industrialista, basada en el procesamiento de nuestros abundantes recursos
primarios, en la expansión de los mercados internos mediante infraestructura y
en esquemas de financiamiento nuevos mediante el desarrollo del mercado de
capitales en moneda local.
Publicado el sábado 18 de febrero en el Diario La Primera
[1] Un explicación detallada y econométrica sobre este tema, puede verse en Félix Jiménez, «Producto Potencial, fuentes del crecimiento y productividad en la economía peruana (1950-2008)», en El Trimestre Económico, Vol. LXXVIII (4), Núm. 312, octubre-diciembre de 2011. Fondo de Cultura Económica, México.
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