Saturday, August 30, 2014

Rumbo a la recesión económica y la responsabilidad de Castilla

Hace ya bastante tiempo (véase nuestro artículo del 25-05-2013), advertimos que después de junio de 2010 empezó un proceso sostenido de desaceleración del crecimiento de la economía peruana. Las tasas de crecimiento mostraban claramente una tendencia decreciente, aunque no muy pronunciada. Entre julio de 2011 y noviembre de 2013 el promedio de las tasas mensuales anualizadas fue de 5.8%, pero con una tendencia a la baja debido a que en algunos meses de este mismo período, las tasas disminuyeron hasta alrededor de 3%, cifra sólo comparable a las que se registraron en el año 2004. Después de noviembre de 2013 el proceso de enfriamiento económico se agudizó. En el Gráfico 1 se observa una caída en picada de la tasa de crecimiento desde 8.1% en noviembre de 2013 a 0.2% en junio de este año.
Gráfico 1
 
 
La explicación interna de la desaceleración
La desaceleración ocurrida durante los últimos 48 meses se explica, en gran parte, por el estancamiento relativo de la demanda externa por nuestras exportaciones tradicionales y no tradicionales, y, la desaceleración del aumento de los precios de los minerales. A estos hechos se le adicionó, recientemente, el cambio en la política monetaria de los Estados Unidos (menores inyecciones de dinero a su economía mediante la compra de bonos y anuncio de la FED de aumentar su tasa de interés de referencia), que ha dado lugar a salidas de capitales extranjeros de nuestro país. 
Sin embargo, la caída espectacular y sin mayores oscilaciones de la tasa de crecimiento del PBI en los últimos seis meses tiene, además, un explicación interna: la desaceleración notable de la inversión pública que está bajo la responsabilidad del ministro Castilla. En el primer trimestre de este año crece a la tasa de 7.9%,  casi la mitad de la tasa que se registró en el mismo período de 2013 (15.2%); y, en el segundo trimestre de este año cae estrepitosamente a la tasa de -4.5%.  No hubo previsión ni se tomaron las medidas adecuadas para enfrentar oportunamente los efectos negativos del estancamiento de las economías de Europa y Estados Unidos, la desaceleración del crecimiento de China, y la consecuente reducción de los precios de los minerales.
Desde la crisis internacional de 2008-2009 disminuyeron las tasas de crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios y, desde el año 2012 sus montos empiezan a caer en cifras absolutas.  En los primeros dos trimestres de este año disminuyeron en 1.7% y 4.8%, respectivamente. Por su parte, la cuenta corriente de la balanza de pagos registra déficits desde el año 2008 y estos aumentan sostenidamente desde el año 2011. Los déficits son de -1.9% del PBI en 2011, -3-3% en 2012 y -4.5% en 2013. Los déficits registrados en los dos primeros trimestres de 2014 fueron de -5.7% y   de -7.3% del PBI, respectivamente. Castilla no tomó ni sugirió medida alguna para disminuir la vulnerabilidad y dependencia de la economía a factores externos. Mantuvo la especialización primario exportadora y descuidó el desarrollo industrial, agroindustrial y agrícola.
Hay recesión en la Manufactura
Según el INEI el PBI del segundo trimestre de 2014 creció en 1,7% respecto a similar periodo del año anterior, mientras que la producción de la actividad manufacturera se contrajo en 3.4%.  Desde el mes de diciembre de 2013 --con la excepción del mes de febrero de 2014--, la tasa de crecimiento del PBI desestacionalizado ha sido negativa. Son seis meses de contracción aunque no consecutivos, de lo contrario la economía peruana estaría técnicamente en una recesión.
Gráfico 2
 
Hay que mencionar, sin embargo, que la actividad manufacturera sí se encuentra técnicamente en recesión. De acuerdo con el INEI, durante los dos primeros trimestres de 2014 la producción manufacturera disminuyó en 2.3% y 3.2%, respectivamente. El Gráfico 2 muestra que la producción desestacionalizada de la manufactura fue relativamente más pronunciada que la del PBI. La caída de esta producción en 3.5% el segundo trimestre de este año, se explica por la contracción de sus industrias que producen tanto para el mercado interno como para el mercado externo (textil y cuero, productos metálicos, madera y muebles, etc.). 
El papel de la actividad «Servicios financieros, seguros y pensiones»
Desde el primer trimestre de 2013 la producción de la actividad «Servicios financieros, seguros y pensiones» registra tasas de variación crecientes mientras que se desacelera la tasa de crecimiento del PBI. Los dos últimos trimestres de 2014 esta divergencia se acentúa de manera espectacular: el PBI crece a las tasas de 5.1% y 1.7%, mientras la producción de «Servicios financieros, seguros y pensiones» lo hace a las tasas de 14.4% y 15.2%, respectivamente.
Si se elimina de la contabilidad del PBI la producción de «Servicios financieros, seguros y pensiones»  --que no sabemos exactamente cómo se mide--, las tasas de crecimiento durante los primeros trimestres  de este año habrían sido de 4.7% y de 1.1%, en lugar de 5.1 y de 1.7%. 
A modo de Conclusión
La responsabilidad del ministro Castilla en la exacerbación del enfriamiento económico es indiscutible. Castila representa la continuidad neoliberal, mientras que la situación económica por la que atraviesa el país exige una transformación, una solución de continuidad.
 
 
Publicado en el Diario UNO el sábado 30 de agosto

Saturday, August 23, 2014

La doctrina de la «falla de mercado» y el papel del Estado

El primero de los tres ejes estratégicos del Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP) es el de la «promoción de la diversificación productiva» cuyo objetivo es «ampliar la canasta exportadora de bienes y servicios de la economía». Se dice que la ampliación de esta canasta se efectuará identificando «actividades donde existan oportunidades exportadoras latentes para orientarla a grandes cadenas de valor mundiales».

Subordinación a la demanda mundial
Los autores del plan no se preguntan si tiene importancia o no para la integración nacional, que la estrategia de estas cadenas de valor se defina fuera del ámbito nacional. El ministro de la producción dice que se trata de evitar la producción de bienes y servicios «sin mayor demanda mundial». En realidad, en el PNDP la diversificación productiva no se orienta a resolver los problemas estructurales del país: la desarticulación sectorial y el atraso industrial, la desconexión de la economía con la geografía y demografía, ni la superación del atraso agrícola para culminar la construcción de la nación.

El concepto de diversificación productiva del PNDP es totalmente limitado; es un concepto derivado, un subproducto de la diversificación de las exportaciones. La diversificación está, por lo tanto, subordinada a la dinámica de la demanda mundial. Así, con la aceptación de participar en las grandes cadenas lideradas por las empresas transnacionales, Ollanta Humala ha abandonado su oferta electoral de integrar económica y socialmente el país mediante la estrategia de desarrollo de mercados internos.  Ha renunciado a la autodeterminación nacional, al subordinar la diversificación de la canasta exportadora a las cadenas de valor global lideradas por las empresas transnacionales.
«Falla de mercado» en ausencia de mercados
En el PNDP se dice que la diversificación productiva se logrará «mediante la corrección de fallas de mercado que son sustantivas en sectores donde existe una importante potencialidad exportadora de bienes y servicios». Hay que suponer que estas fallas existen allí donde existen mercados; por lo tanto, el plan no propone un cambio estructural en el sentido de crear y expandir los mercados allí donde estos no existen.

Como la economía no está articulada con la geografía y demografía del país, los mercados internos son inexistentes y los que existen son larvados y poco dinámicos. Por lo tanto, si no hay mercados no se puede hablar de «fallas de mercado». Si no hay «plata en el bolsillo de la gente» de la sierra y la selva del país, no hay mercados. Para que los habitantes del interior del país lleven su «nexo con la sociedad en el bolsillo» hay que crear y desarrollar mercados internos. 
El PNDP no es pues una propuesta para endogenizar los motores del crecimiento; para situarlos al interior de la economía nacional y promover su integración mediante la creación y desarrollo de mercados. No es, en consecuencia, un plan que busque fundar las ganancias de competitividad internacional en fuentes internas. Este plan propone que la demanda externa siga siendo la prime mover de la economía peruana.

El cuento de las «fallas de mercado»
Como dice el principal promotor del PNDP «hay falla de mercado cuando la mano invisible del mercado no produce resultados eficientes». El lector se preguntará: ¿cuándo produce resultados eficientes el mercado? La respuesta de los que adhieren a la doctrina de las «fallas de mercado» será: cuando hay información perfecta, cuando no hay costos de transacción, cuando no hay externalidades, es decir, cuando el mercado es perfecto o la competencia es perfecta; en estas condiciones los productos idénticos son vendidos a un precio que es igual a su costo marginal.

En consecuencia, toda desviación del mercado respecto del «mercado perfecto» será una «falla de mercado» (debido a que hay externalidades, o monopolios naturales,  o asimetrías de información). Entonces, proponer superar una falla de mercado es proponer acercarlo a un mercado perfecto. Y, de acuerdo con la teoría, cuando los mercados son perfectos «no hay innovación ni diferenciación de los productos». La diversificación productiva del PNDP se funda, por lo tanto, en una fábula.
El papel del Estado en el PNDP

El PNDP «propone –dice su principal promotor— intervenir sólo cuando hay una falla de mercado y cuando el instrumento de política que la corrige genera beneficios mayores a sus costos». Más allá del problema no resuelto en el plan de cómo se efectuará el cálculo de estos beneficios y costos, basar la intervención del Estado únicamente a través de existencias de «fallas de mercado», conduce, como señala John Kay, a «una visión empobrecida de la política, la democracia y la toma de decisiones colectiva».

Los ideólogos de esta doctrina no toman en cuenta que el mercado es una institución social y que, por lo tanto, los bienes y servicios que se transan en el mercado son el resultado de un proceso social, y que también pueden existir decisiones o elecciones económicas esencialmente colectivas que no pueden ser descritas como la «suma de preferencias individuales o personales». 
A modo de conclusión

Entre el Estado y el mercado hay interdependencia, cuya naturaleza depende de las condiciones de cada país. En el nuestro el Estado debe promover un crecimiento integrador del país, con un nuevo modo de crecer basado en la creación y expansión de los mercados internos.

 
Publicado en el diario UNO el sábado 23 de agosto

Saturday, August 16, 2014

Las AFP son instituciones económicas extractivistas: hay que reformarlas

Mediante Decreto Ley No. 25897 del 6 de diciembre de 1992, se creó el sistema privado de pensiones, como una de las reformas neoliberales más importantes. Así, las AFP no fueron creadas por el «libre mercado» sino por el Estado que obligó a los trabajadores a ahorrar en ellas en cuentas individuales de capitalización. El fondo de «ahorro forzoso» que las AFP debían capitalizar, era la base de este modelo previsional que supuestamente aseguraría el bienestar de los trabajadores y sus familias cuando alcanzaran la edad de la jubilación, fallecieran o sufrieran de invalidez. Sin embargo, las AFP, con 21 años de existencia, no han cumplido ni cumplirán este objetivo.

Las AFP actúan como instituciones económicas extractivistas: obligan al grueso de sus afiliados a pensiones por debajo del nivel de subsistencia y extraen toda la renta restante del fondo de «ahorro forzoso» para sus propietarios y grupos económicos relacionados. Cobran comisiones elevadas, no son transparentes, ni promueven la competencia, no posibilitan ni fomentan la participación de sus afiliados en sus directorios y, peor aún, no innovan ni crean valor. Las AFP parasitan en un mercado oligopólico con un marco legal que les permitió a sus propietarios enriquecerse rápidamente. Los datos son elocuentes: 57.1% de los pensionistas de las AFP reciben pensiones menores que el sueldo mínimo de 750 soles; sus ganancias han crecido 3.5 veces más que el porcentaje de capitalización del fondo que administran (8%). 
La indispensable reforma hacia una institución inclusiva
La reforma de este sistema extractivista se planteó en la campaña electoral de 2010-2011, por las mismas razones que hoy se esgrimen. El ataque mediático fue impresionante. Muy pocos defendieron la propuesta de reforma que se encontraba en el plan La Gran Transformación (LGT); el propio Humala «tiró la toalla», como se suele decir. Es y era claro que la manera como se administra el «ahorro forzoso» y el marco legal en el que operan las AFP, es lo que explica por qué el sistema no sirve para la obtención de pensiones dignas. La experiencia internacional, además, ya había mostrado que el sistema previsional privado tenía límites y que, por lo tanto, el Estado no podía desatenderse del tema de las pensiones. Richard Webb ha vuelto a «poner el dedo en la llaga» con un artículo publicado precisamente en el diario que más denostó contra la propuesta de reforma de LGT.
Esta propuesta consistía en un régimen de pensiones sustentado en dos sistemas: a) uno público con un componente contributivo obligatorio (donde se determinaría una pensión básica) y otro no contributivo que hoy es precisamente Pensión 65; y, b) otro privado que serviría de complemento al primero; voluntario, basado en cuentas individuales para trabajadores asalariados e independientes, y con una regulación adecuada para impedir el extractivismo.
Esta propuesta era parecida a la que hizo la Defensoría del Pueblo el año 2005 en su  Informe Defensorial N° 99, titulado «El futuro de los sistemas de pensiones. Hacia una nueva relación entre el sistema público y el privado».  La Defensoría proponía «un esquema que incluya una pensión básica y uniforme a cargo del régimen público y un sistema tipo SPP con contribución adicional obligatoria». La única diferencia con la propuesta de LGT era que en el último sistema la contribución adicional sea obligatoria, mientras que en LGT se planteaba que la contribución adicional sea voluntaria.
Es importante recordar, por su actualidad, las razones que llevaron a la Defensoría a proponer la reforma del sistema de pensiones. Decía que: «1. Los sistemas previsionales de nuestro país atraviesan en la actualidad por una profunda crisis expresada en los montos bajos de las pensiones que éstos otorgan y su escasa cobertura a nivel nacional. Una de las principales causas que explica esta crisis es el modelo de relación alternativa que existen en los sistemas público y privado de pensiones. 2. La creación de las AFP y la relación existente entre el SPP y SNP ha provocado el traslado de un grupo importante de trabajadores activos del sistema público al privado; restando de esta manera la base contributiva que permitía financiar el pago de las pensiones del sistema estatal. 3. Adicionalmente, constituye una causa de la situación actual de los sistemas previsionales, la alta rotación de la mano de obra en nuestro país y la contratación informal de trabajadores; quienes al no estar incluidos en planillas no realizan los aportes de ley».
La propuesta de LGT no descartaba la creación de una AFP estatal para contribuir con la regulación de las comisiones de las AFP privadas; además, se proponía que sobre la base de las comisiones que ahora van directamente a manos de los accionistas de las AFP, se cree un Fondo de Administración Pensionaria, para facilitar la competencia y abrir el mercado a nuevas AFP; y, por último, se proponía la participación de los trabajadores en los directorios de las AFP, en mérito a una obligación derivada del convenio 102 de la OIT sobre seguridad social.
A modo de conclusión
Como paso previo a un reforma total del sistema previsional proponemos al Congreso: a) derogar la  norma que dispuso desde el 1° de agosto pasado la obligatoriedad de los aportes previsionales para los trabajadores independientes; b)  Aprobar una norma que permita a los afiliados retirar íntegramente sus ahorros si deciden no recibir una pensión mensual o cuando emigran definitivamente del país.
 
 
 
Publicado en el Diario UNO el sábado 15 de agosto

Sunday, August 10, 2014

Ollanta Humala: Tres años de gobierno mediocre

Ollanta Humala inició su cuarto año de gobierno con la bancada de su partido fracturada: siete congresistas renunciaron en rechazo a su práctica autoritaria y por diferencias ideológicas. Pero, en su mensaje por fiestas patrias ante el Congreso de la República, no aludió a este hecho. Fue un mensaje mediocre, nada autocrítico y conservador.
No ha fortalecido la democracia

Su gobierno ha sido cooptado por los poderes fácticos y los grandes grupos económicos, tanto nacionales como extranjeros. Exacerbó la crisis de representación política con la imposición de su candidata a la presidenta del Congreso. Por eso su gobierno es igual a los que le antecedieron. Perdió a siete congresistas porque no cumple con sus promesas. No obstante el rechazo de los trabajadores independientes ha hecho efectiva la retención de parte de sus haberes para las AFP. Favorece al grupo económico que opera en la industria alimentaria y la publicidad al promover un reglamento a «Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes», que según los especialistas desconoce los parámetros técnicos establecidos por la OMS. De oro lado, mantiene sin promulgar el Proyecto de Ley de Evaluación Previa de los Actos de Concentración Empresarial. En realidad, como dejaron entrever los renunciantes a su bancada, Humala es una «interpósita persona»: gobierna según los dictados de su ministro de economía y finanzas, fiel escudero de los grupos de poder.
No dio detalles de las concesiones en megaproyectos

Habló de la importancia de la «Línea 2 del Metro Ate-Callao», del «Gasoducto Sur Peruano», de la «Refinería de Talara», del «aeropuerto de Chinchero», del «Puerto San Martín en Pisco», de la «Red Dorsal de Fibra Óptica», etc., pero no dio detalles de los términos en los que se hicieron las concesiones. Se sabe que en más de un caso no se promovió la competencia, es decir, la presencia de más de un postor. El Congreso de la República y la Contraloría deberían investigar estas y otras concesiones, al igual que la ciudadanía organizada. Hay que evitar que la corrupción siga siendo parte del sistema político y de gobierno, y también hay que evitar que el costo de algunas  de esas inversiones se financie con incrementos en las tarifas públicas que pagan los consumidores.
Humala no ha cumplido su oferta electoral de poner en práctica «una forma republicana de gobierno con mecanismos explícitos de evaluación y control constitucional de los gobernantes». Estos mecanismos, junto a la activa acción cívica de los ciudadanos, son fundamentales para que la política se convierta en una acción de servicio social y no de provecho propio. Ollanta Humala hablaba con ironía cuando dijo: «estamos cumpliendo lo prometido».

Tres años de «piloto automático»
Humala se dedico a administrar el Estado como cualquier otro gobierno. No aprovechó el auge económico para hacer los cambios que ofreció cuando era candidato. Mantuvo estancados los gastos en educación y salud como porcentaje del PBI durante tres años; por ejemplo, la cifra de cerca de 3.0% del PBI del gasto en educación que heredó de Alan García. Por eso su anuncio de aumentar el gasto en educación en alrededor de 0.5% del PBI a partir del próximo año, fue tardío. ¿Por qué va a ser posible este incremento ahora que el crecimiento está en cuestión, si no lo fue antes en pleno auge económico?

Se desaprovecharon tres años para iniciar los cambios en la educación y superar el límite de capital humano que enfrenta las inversiones. Por lo demás, la cifra anunciada es insuficiente dado los problemas por los que atraviesa el sector (infraestructura, sueldos, calidad de los profesores, equipamiento, etc.). Hoy, de no haber operado su gobierno en «piloto automático», el gasto en educación debería estar por encima del 4.0% del PBI. Igual ha ocurrido en salud y seguridad ciudadana. El que definió los montos a gastar desde el inicio de su gobierno fue el ministro Castilla. Este mediatizó el impuesto a las sobreganancias mineras y redujo «Pensión 65» de 250 a 150 soles. De otro lado, la solidez macroeconómica que mencionó Humala no fue fruto de sus tres años de gobierno; lo heredó del gobierno de Toledo. Los encargados de administrar la nueva institucionalidad macroeconómica que heredó su gobierno --Castilla y Velarde-- se durmieron junto al «piloto automático» desde el gobierno de Alan Garcia.
Su plan de diversificación productiva no convence

Humala también anunció que acaba de aprobar «El Plan Nacional de Diversificación Productiva». Dijo que este plan permitirá sostener el crecimiento económico a largo plazo y que el Estado asumirá el «rol de identificar, junto al sector privado, los sectores que tienen el mayor potencial para darles las condiciones necesarias para su despegue». ¿Cómo se procederá a esta identificación? La propuesta repite un error de la política industrial tradicional. Humala ha olvidado su propuesta de «desarrollar mercados locales y regionales internos, para que se desarrolle un mercado nacional y para terminar con la segmentación productiva».
A modo de conclusión

El impulso a la inversión privada y su orientación hacia la agricultura y la industria, según esta estrategia que Humala ha olvidado, provenía de la eliminación de las restricciones de mercado y de financiamiento que esta inversión enfrenta. Las medidas con este fin hacían énfasis en soluciones de mercado, como, por ejemplo, el tema del financiamiento de las inversiones en el mercado de capitales.

 
Publicado en el Diaro UNO, el sábado 09 de agosto.