Friday, May 21, 2010

Una Mirada distinta a la productividad

El día 7 de mayo envié una carta al Director de El Comercio, señor Francisco Miró Quesada Rada, solicitándole la publicación del artículo que hoy incorporo a este blog, donde aclaro la interpretación que hace Richard Webb, en un artículo que publicó en El Comercio, de algunos resultados de mi investigación sobre la productividad en la economía peruana durante los años 1950-2008. El señor Miró Quesada no ha respondido a mi carta ni ha publicado mi artículo hasta la fecha.

Una Mirada distinta a la productividad

En un interesante y polémico artículo publicado en este diario, Richard Webb afirma que las cifras de mi investigación sobre la productividad, «citadas por la página web Otra Mirada para sostener que El modelo neoliberal no promueve la productividad, dicen exactamente lo contrario».

Esta es una afirmación equivocada.

Dice que entre «1970 a 1990 la inversión alcanzó el 21% del producto nacional, pero el resultado fue cero, incluso negativo. Inversión tras inversión se fueron al agua». Webb sabe que este es un período de larga crisis que no se puede comparar con el que empieza en 1990 y que tampoco puede calificarse como período intervencionista. Desde 1975 hasta 1985 se aplican ajustes neoliberales y entre este año hasta 1990 lo que hay es el desastre económico del primer gobierno de García. Entre 1980 y 1990 la caída de la productividad es espectacular y sin precedentes en la historia moderna del país.

En la «segunda etapa que empezó en 1990 y aún continúa, la inversión alcanzó el 20% del producto nacional, pero esta vez, dice Webb, invirtiendo un poco menos, se ha logrado muchísimo más: hemos elevado la productividad de todo lo que tenemos». Esto no es verdad. En el período 1960-1970 de industrialización sustitutiva de importaciones, el 39.6% del crecimiento se debió al aumento de la productividad, mientras que en el período neoliberal 1990 a 2000 la contribución de la productividad fue negativa. Esto cambia en el período 2000-2008, también neoliberal: el 30% del crecimiento se debió al aumento de la productividad. Pero, la gran diferencia con el período industrialista es que en estos dos últimos períodos no hay modernización significativa en el conjunto de la economía: la relación capital/trabajo se estanca y, en la inversión total, la inversión en construcción desplaza a la inversión en maquinaria y equipo. Además, en estos años de neoliberalismo la eficiencia de la inversión (medido por el ratio incremental capital producto) disminuye respecto a su valor registrado en el período de industrialización deliberada. La calidad y la eficiencia de la inversión es entonces menor durante el neoliberalismo.

Es verdad que el paso del intervencionismo al neoliberalismo cambió la manera de gestionar la economía, pero a favor de los intereses de los grupos primario exportadores, y del sector terciario de comercio y servicios de bajísima productividad. El 77% de la PEA de 2008 se encuentra en empresas de 1 a 10 trabajadores donde el ingreso promedio mensual es de 600 a 700 soles. El 80% de los asalariados trabaja sin seguro de salud ni pensión de jubilación, igual ocurre con el 61% de los no asalariados que, además, trabajan por encima de 48 horas. Para interpretar las cifras hay que tener mucho cuidado.

Tuesday, May 11, 2010

Entrevista a Félix Jiménez, efectuada por Zenaida Solís y publicada (con recortes) por la revista Caretas el 6 de mayo de 2010

Mientras el gobierno se precia de estar haciendo el camino correcto al desarrollo, felicitándose porque el Perú figura entre los países que crecerán más este año, luego del remezón de la crisis internacional; el economista Félix Jiménez, coordinador del plan económico del Partido Nacionalista –con tres nuevos libros publicados-, niega la eficiencia de la gestión y, solicita el cambio del modelo económico. Aduce que más allá de algunas luces, la política económica no está mejorando la vida de los peruanos por lo que hay que aplicar una fórmula distinta, para que el progreso sea algo que llega más que a cuentagotas para muchos.

-El presidente acaba de decir que impulsa “una política de la racionalidad, frente al viejo nacionalismo que conduce al hambre y al desorden social”, en clara alusión al reclamo de su agrupación.
–No encuentro ninguna novedad en el programa económico y social del APRA. Este gobierno heredó un esquema de política fiscal y monetaria que introdujimos el año 2002, es beneficiario de un esquema macroeconómico que su equipo no desarrolló.

-Que le ha dado al Perú un crecimiento sostenido de 7 años, con un pico de hasta 9% el 2008, entonces ¿por qué pedir el cambio de modelo?
-Porque no ha utilizado de manera eficiente el nuevo esquema. El BCR ha introducido una serie de medidas tergiversando la esencia de la política monetaria, aceptaron que el ministerio de Economía interfiera en áreas que corresponden al BCR –tasa de interés, inflación-, lo que condujo a que reaccionaran tarde ante la crisis internacional de fines del 2008. En segundo lugar, ha radicalizado el modelo primario exportador.

-¿Acepta que ha elevado sustancialmente los presupuestos de las regiones.
-Es que se ha vivido un periodo de precios altos de commodities, con ingresos importantes.

-Por qué es tan malo eso, si ha habido dinero como nunca antes.
-Porque ha mostrado incapacidad de gestionar esos ingresos del boom del mercado internacional. Tampoco aplicó un impuesto a las sobreganancias. Pudo haber aumentado significativamente la presión tributaria y no lo hizo. Las características de este gobierno son incapacidad de gestión, de gasto, poca planificación, desorden, corrupción.

-Parecería que no es cuestión de modelo, sino de aplicación y evitar distorsiones.
-Es el modelo. La corrupción es inherente al modelo primario exportador, porque se fundamenta en salarios bajos. Es lo que el gobierno ofrece al capital internacional para que sea atractivo. Como está interesado más en la inversión extranjera que en la inversión nacional, negocia de modo que no paguen los impuestos correspondientes o el propio gobierno renuncia a sus promesas electorales, como con la aplicación del impuesto a las sobreganancias mineras.

-¿A cuánto alcanzaron?
-Entre el 2007 y 2009 las empresas mineras tuvieron ganancias netas de impuestos a sus utilidades de 12,500 millones de dólares. Si hubiera aplicado el impuesto, habría subido la presión tributaria y se hubiera destinado un mayor dinero a infraestructura, salud, educación.

-Según el propio presidente, hasta ahora van inauguradas 123,000 obras “entre grandes y pequeñas”, muchas de ellas en esos sectores.
-Este gobierno exhibe estadísticas de cobertura, pero no de calidad. La educación, la salud en la sierra, en la selva, son muy precarias. Se dice más que lo que se hace.

-¿Tampoco cree en las cifras de reducción de pobreza?
-El modelo económico neo liberal tiene un nivel natural de pobreza. Está alrededor del 40% de la población y fluctúa de acuerdo al crecimiento económico. Ese nivel de pobreza es consustancial al modelo, baja cuando hay crecimiento del producto bruto interno y sube, cuando baja la tasa de crecimiento de la producción. No puede haber una reducción permanente de la pobreza si no se genera puestos con ingresos permanentes. Son reducciones cíclicas, mientras hay posibilidades de transferir dinero, baja el porcentaje de pobreza, cuando hay menos ingresos que repartir, la pobreza vuelve a subir.

-¿A quienes está favoreciendo la política económica?
-A los grupos de poder económico, a los del óbolo minero, que ni siquiera quiso administrar el gobierno, ¿acaso puede exhibir las cifras de a cuánto llegó el óbolo? No hay. Trabaja en contra del interés nacional, de la inmensa mayoría de la población. Este modelo no desarrolla mercados internos, los descuida.

-Sin embargo, las exportaciones han crecido y hay mucha gente trabajando para el comercio exterior?
-El 80% de asalariados no tiene seguro de salud, acceso a un sistema de pensiones, ni contratos estables, más del 60% son empleos precarios. El 61% del PBI es producción de servicios y aquí está el 72% de la población económicamente activa. Cerca de 11 millones de personas en un sector de bajísima productividad, con mano de obra de baja o nula calificación. El 77% de la PEA trabaja en empresas de 1 a 10 trabajadores en las que el ingreso promedio mensual está en 600 soles. El alto crecimiento que ha habido, no se puede negar, pero no ha resuelto el problema de la gran mayoría del país, que sigue en situación de pobreza.

-El presidente acaba de declarar la necesidad de que los sindicatos sean más fuertes.
-Ya conocemos al presidente. Estar de acuerdo con los sindicatos tendría que expresarse en una norma que prohíba la contratación temporal de trabajadores, que es una fórmula para evadir los derechos laborales y el convenio 98 de la OIT. El número de inspecciones a las fábricas se han reducido sustancialmente.

-¿Hay algún país que lo esté haciendo mejor?
-Brasil tiene un buen esquema de política macroeconómica y un plan de desarrollo de sus mercados internos.

-¿Copiaría algo de Bolivia?
-Es un caso especial, un país pobre que está emprendiendo a su manera una etapa de cambios para favorecer a las mayorías, ha crecido 3.5% el año pasado, tiene un esquema de estatizaciones, la inversión extranjera ha negociado y siguen trabajando.

-¿Es el modelo a seguir?
-No, la realidad peruana es otra. Nosotros tenemos que hacer una Economía Nacional de Mercado.

-Explíqueme la diferencia.
-No rechazamos el mercado, pero la Economía Nacional de Mercado, es distinta del modelo neo liberal que tiene como fuente de generación de demanda e ingresos los mercados internacionales. Por ejemplo, la economía estaba creciendo cerca del 10%, se cae el mercado mundial y nuestra tasa de crecimiento baja casi a cero. En nuestro modelo, la fuente de generación está en los mercados internos.

-¿Cómo nos comemos todo el espárrago que producimos, cómo utilizamos la tara de Ayacucho, el café que está teniendo tanto éxito afuera?
-Construir una economía nacional no significa renunciar a exportar. Lo que queremos es que las exportaciones crezcan en base al aumento de productividad. La competitividad que ganemos en mercados internacionales no debe ser resultado del “cholo barato”, como ahora.

-¿Qué significa el énfasis en “nacional”?
-Poner la economía al servicio del interés de los peruanos. Por ej. Anuncian que no van a construir el gasoducto al sur hasta que no se pruebe más reservas. Porque del total de reservas de Camisea -8 trillones de pies cúbicos-, la mitad se exportan.

-¿Qué haría?
-Nacionalizar, porque es una actividad estratégica. Podrá seguir estando en manos privadas, pero un gobierno que privilegie el desarrollo nacional, negociará con los empresarios para que la explotación del recurso energético sirva al desarrollo nacional.

-Se considera que la denominación “estratégica” está pasada de moda.
-Hay que reivindicarla, un país que no controla su energía, no controla su futuro. Cómo se va a desarrollar mercados internos si desaprovechamos el recurso del gas, cómo es que el 50% de las reservas se van a exportar, no puede ser. Este modelo es desnacionalizador, hay que cambiarlo por uno de desarrollo nacional.

-Cómo se desarrolla la capacidad empresarial nacional, ¿por decreto?
-El artículo 63 de la Constitución, supuestamente pone en igualdad de condiciones a la inversión nacional y extranjera, pero en la práctica perjudica a la inversión privada local porque la inversión extranjera no enfrenta las restricciones del mercado interno. Tenemos una economía concentrada en las zonas urbanas, hay que conectarla con la geografía y la demografía haciendo inversiones orientadas a eso. La segunda restricción es de financiamiento -que no tiene la inversión extranjera-. Hay que resolver el problema de financiamiento desarrollando un mercado doméstico de capitales donde las empresas privadas puedan emitir bonos, deuda que supere los montos del sistema bancario. La tercera restricción es de capital humano y tecnología, se arregla con inversión en educación, en tecnología.

-¿No está siendo romántico?
-No, si no amarramos nuestras políticas de corto plazo con cambios de largo plazo, nunca vamos a sacar al país del subdesarrollo.

Entrevista a Félix Jiménez, efectuada por Omar Mariluz y publicada en el diario La República el 4 de mayo de 2010

En sus últimas columnas usted plantea una “Economía Nacional de Mercado” ¿En qué consiste?

Consiste en construir una economía donde el circuito de generación de demanda e ingresos se centre en los mercados internos o al interior del país. Es decir, significa que desarrollar un mercado nacional en el sentido de expandir los mercados internos que ya existen y crear otros a lo largo y ancho del país.

¿Y cómo lograrlo?

En primer lugar hay que hacer un esfuerzo para superar la desconexión entre la economía, la geografía y la demografía que el actual modelo reproduce, con inversiones en infraestructura económica y social a lo largo y ancho del país.

¿Hablamos de darle la espalda a la economía mundial?

Por su puesto que no. Es otra manera de concebir nuestra incorporación en una economía internacional más interdependiente o, como se dice, globalizada. Nuestra participación debe hacerse desarrollándonos internamente, aumentando la productividad y, de esa manera, ganando competitividad. Las ganancias de competitividad no deben basarse ni en la disminución de los salarios, ni en la eliminación de los derechos laborales.

¿Pero la economía peruana, no está ya integrada al mundo?

La economía peruana esta penetrada por la economía internacional. Cuando se abre la economía de la manera como se hizo, el mercado interno fue penetrado por importaciones y el capital extranjero. Es una economía dependiente del capital extranjero, y en la receta neoliberal no hay políticas claras para promover al inversionista local o nacional.

Plantea que el Estado debe participar en las actividades estratégicas ¿No cae en estatismo?

No veo razones para calificar la propuesta de estatista. El hecho de que se plantee recuperar el papel promotor del desarrollo del Estado, no es estatismo. Plantear que las actividades que explotan recursos naturales, sobre todo en energía, se subordinen al interés nacional no tiene nada de estatismo.

¿Este modelo, se acerca más al venezolano, ecuatoriano, boliviano o es totalmente original?

El gran defecto de nuestros adversarios es la tergiversación de los planteamientos. El nuestro es original, pensado en la realidad económica, social y política de nuestro país. Podrá coincidir con la voluntad de cambio estructural que hay en dichos países, pero la naturaleza del cambio que proponemos está básicamente enraizada en nuestra realidad.

¿Qué es lo medular de su reciente libro “La economía peruana del último medio siglo”?

Se analiza el intento fallido de industrialización que ocurrió en el país en la década de los 60 y primera mitad de los 70. También se examina la caída espectacular del PBI que ocurrió en la última mitad de los 80 causada por las políticas desastrosas del primer gobierno de Alan García y que facilitó la restauración del modelo la industrialización había intentado superar: el modelo primario exportador.

¿Cuál es su balance final?

Este gobierno no ha aportado nada en materia de política económica. Sirve a los intereses de los grupos de poder económico, dejando de lado los intereses de la nación. Es indignante la corrupción que exhibe. El daño moral que está haciendo a nuestra sociedad es enorme.