Saturday, April 30, 2016

La ilusión del crecimiento económico

Las últimas cifras de crecimiento del PBI (6.04% en febrero y 4.72% en los dos primeros meses del año), están siendo exhibidas por las autoridades de este gobierno como resultado de sus propias acciones. No se cansan de señalar que, en el actual escenario de estancamiento internacional, nuestra economía sería la que más crecería en la región. El ministro de economía Alonso Segura ha dicho que este año el crecimiento sería de 4 % y el próximo de 5%. Entusiasmado por las cifras de crecimiento recientes,  hace aproximadamente dos semanas, afirmó que ya no es necesario estimular el crecimiento desde el Estado. «No puedes tener política expansiva permanentemente, ya es momento de retiro», sentenció. Nótese que el 21 de marzo del año pasado, este mismo ministro afirmó que la economía crecería 4.2% en 2015 (redujo su primer pronóstico de 4.8 %) y en 5.5 % en el año 2016. Pero, según la información del INEI, la tasa de crecimiento en el año 2015 fue de 3.3%.
 
La naturaleza del crecimiento reciente
No hay manera de demostrar que las cifras de crecimiento de los últimos veintisiete meses sean una muestra de «crecimiento sano». Se trata más bien de un crecimiento que no aumenta la capacidad productiva per cápita y que, además, su fuente no es el aumento de la productividad.  Las razones son las siguientes:
1)   Desde el año 2014 la economía crece con caída de la inversión tanto pública como privada. Caen en 2.0 % y 2.1% en 2014 y en 7.5 % y 4.3 % en 2015, respectivamente. Lo más probable es que en este año tampoco crezca la inversión privada. Es claro que si la inversión no crece por varios años, no hay adiciones netas a la capacidad productiva per cápita, lo que consecuentemente debe tener un efecto negativo sobre la evolución del producto potencial. Podemos afirmar, por lo tanto, sin lugar a equivocarnos, que la tasa de crecimiento del producto potencial debe estar notoriamente por debajo del 4.0 % promedio anual. Además, debemos señalar que el alto crecimiento de la producción minera, que explica parte importante del repunte del crecimiento reciente, es el resultado de inversiones hechas en años anteriores y no de inversiones nuevas. 
2)   Desde el año 2011 la tasa de crecimiento del empleo urbano «en empresas de 10 y más trabajadores», ha disminuido sistemáticamente hasta aproximarse a cero en los últimos meses. Este hecho, junto con el crecimiento del PBI que no está impulsado por la inversión, explica el aumento relativo del empleo de baja calificación y baja productividad que prolifera en empresas con menos de diez trabajadores. El resultado es un incremento del peso del sector Otros Servicios en la generación del PBI: ha aumentado de 45.41 % en el año 2007 a 49.0 % en los dos últimos años.  De otro lado, el sector Manufactura, para efectos prácticos, se encuentra en recesión desde el año 2014; está decreciendo sistemáticamente hasta la fecha.
3)   El crecimiento reciente ocurre junto con una caída sistemática de las exportaciones, no obstante el alto crecimiento de la producción minera. Se rompió el nexo entre la tasa de crecimiento del PBI y la tasa de crecimiento de las exportaciones —nexo dominante en el periodo de 2002 a 2013—, debido a la desaceleración de los precios de los minerales. Como la producción minera crece por la maduración de inversiones pasadas, esta situación no puede sostenerse en el tiempo. El estancamiento de las inversiones mineras en los próximos años explicará la rápida desaceleración del actual crecimiento de la minería. Mientras tanto, el crecimiento de la demanda interna que acompaña al crecimiento del PBI atenuará la caída de las importaciones, lo que se traducirá en déficits comerciales persistentes. No hay posibilidades de un impulso notorio de las exportaciones por el lado del tipo de cambio real. El tipo de cambio real bilateral está en los niveles que tenía en 1998 y por debajo (12 % menos) de su nivel promedio del período Julio 2002-julio 2006.
4)   Como consecuencia de la disminución del valor de las ventas de la producción minera,  el impuesto a la renta de este sector cayó en 41.5% en 2015 y en 20.3 % en el primer trimestre de este año. El actual crecimiento entonces está acompañado de una disminución del canon que afecta los presupuestos de las los gobiernos regionales y locales. Las bajas tasas de crecimiento del PBI en los dos últimos años también provocaron la caída de la recaudación total en 3.1 %.
El crecimiento reciente es, entonces, un espejismo
Si no hay crecimiento de la capacidad productiva per cápita porque la inversión no crece desde hace dos años; si el empleo en empresas de más de 10 trabajadores ya no crece; si la tasa de crecimiento del producto potencial se encuentra alrededor de 3.5 %; si la manufactura está en recesión desde hace dos años; si lo que crece es el empleo informal y el empleo de baja calificación y de baja productividad; si el producto per cápita ha caído en cerca de 14% (de US $ 6 167.9 en 2014 a US $ 5 673.2 en 2015); si los ingresos del gobierno, al igual que el canon, se han reducido; si el déficit comercial aumenta; en fin, si el contexto externo no vuelve a ser favorable para el crecimiento primario exportador en los próximos tres a cuatro años; entonces el crecimiento del PBI registrado recientemente no puede ser signo de salud económica.
El gobierno de Ollanta Humala dejará, entonces, una economía con un modelo de crecimiento agotado y con conflictos distributivos y regionales. Los que dicen que más que cambiar del modelo, la población exige un Estado más eficiente y menos corrupto, no han entendido que este Estado es fruto, nada más y nada menos, que de las políticas neoliberales.
 
 
Publicado en el Diario UNO, el sábado 30 de abril

Thursday, April 28, 2016

Elecciones y Democracia: un balance ideo-político

El proceso electoral, que aún no termina, ha revelado la profunda degradación de la democracia.  Las razones son las siguientes:

1)   Las autoridades electorales (JNE y JEE) usurparon nuestro derecho a elegir y violentaron el principio de igualdad ante la ley. Estas autoridades tuvieron un desempeño totalmente cuestionable que ha llevado a calificar a estas elecciones como «semidemocráticas». Afectaron nuestra libertad de elegir y no actuaron con neutralidad ni con estricto respeto a nuestros derechos constitucionales. Excluyeron a dos candidatos que en conjunto tenían alrededor de 20 % de adherentes. A uno (Julio Guzmán) se le excluyó por una infracción administrativa y al otro (César Acuña) por entregar dinero en plena campaña electoral y en aplicación de la Ley N.° 30414, que fue promulgada a menos de tres meses del día de la votación. Pero, esta ley no se le aplicó a Keiko Fujimori no obstante las evidencias de prácticas similares en los días posteriores de su puesta en vigencia. La razón (ilegal) que se adujo para exonerarla fue que no entregó dinero de su propiedad. Las autoridades electorales decidieron, entonces, por quienes deberíamos votar y por quienes no. A todo esto hay que sumarle los problemas «administrativos» generados por la ONPE (la introducción del voto electrónico que operó con fallas y el incremento en más de 50 % en el número de personas por mesa) que retardaron y complicaron el proceso de votación, restándole credibilidad.

2)   El JNE cometió otra violación de la ley. Menos de veinticuatro horas antes de la votación del 10 de abril decidió no aplicarle al APRA la misma Ley N.° 30414 que le aplicó al señor Acuña y que en su artículo 2 aumenta la valla electoral en 1 % de los votos válidos a los partidos que participan en alianzas electorales. Las encuestas señalaban que el APRA no pasaría la valla de 7%, lo que significaría su anulación como organización política. Para evitar este hecho el JNE le bajó la valla a 5% con el argumento de la irretroactividad de las normas. El JNE aplicó el principio de irretroactividad discriminatoriamente, con interpretaciones que solo le han hecho perder autoridad moral.

3)   Desde que se abandonó la dictadura «fujimorista», los sucesivos gobiernos, no obstante que surgieron de procesos electorales continuos, contribuyeron a la degradación de las instituciones democráticas. Estas fueron convertidas en meros instrumentos de poder, con la ausencia de instituciones independientes con capacidad de impedir el fraude y la corrupción.  El sistema electoral nacido de la dictadura, y con insustanciales reformas efectuadas por los posteriores gobiernos elegidos, se convirtió en un filtro para cerrarle el paso a organizaciones políticas críticas, llamadas «antisistema», y que no son parte de las oligarquías políticas y económicas. Estas oligarquías han penetrado ideológica y políticamente en casi todas las instituciones del Estado.

4)   En los procesos electorales y, en general, en la vida política del país participa como otro poder los medios de comunicación (radio, televisión y prensa escrita). Estos medios concentrados conspiran contra la democracia porque no permiten que las ideas, puntos de vista, e ideologías diversas, circulen libremente. La libertad de crítica y el pluralismo político, consustanciales a la democracia, son bloqueados por los grandes medios de comunicación que han absorbido a los pequeños e independientes. Las organizaciones políticas que defienden el statu quo económico «compiten» en los procesos electorales con el apoyo de los grupos de poder y de los grandes medios de comunicación. Procesos electorales de este tipo y que son administrados por las oligarquías políticas, alejan a la democracia del principio en que se funda: la soberanía del pueblo, la comunidad de ciudadanos.

5)   El neoliberalismo ha acompañado, como ideología económica, a la dictadura «fujimorista» y a los siguientes gobiernos surgidos del «voto popular». La competencia política, según los defensores del mercado autoregulado, no debe poner en riesgo el modelo económico.  Creen, como Hayeck, que «a partir del momento en que se permite que los políticos intervengan en el orden espontáneo del mercado», se inicia un proceso que conduce a la «dominación sin cesar, ampliada, de la política sobre la economía». No es casual, por eso, que las oligarquías políticas y los poderes, económico y mediático, se preocupen por «colocar el orden espontáneo del mercado a resguardo de las urnas».  En estas condiciones, ¿qué valor tiene el derecho a elegir?.
A modo de conclusión

No obstante esta revelación de la degradación de la democracia, el proceso electoral actual ha mostrado que el discurso claro y de espíritu transformador y auténticamente democrático —como el de la candidata del FA, Verónika Mendoza—, tiene impacto en la población y puede expandirse; que el sueño de una comunidad de ciudadanos es realista; que otra manera de hacer política es posible. Pero, el camino hacia este objetivo es conflictivo y difícil.  Tenemos que vencer a los intentos oligárquicos y autocráticos que degradan a la democracia, a sus instituciones, y que la han alejado de los principios que la inspiran. La derrota de los mercaderes que trafican con ella, sobre todo durante los procesos electorales, hará que sea posible restituirle su esencia: de gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.


Publicado en el Diario UNO, el sábado 23 de abril.
 

Saturday, April 09, 2016

La intolerancia e impostura de una periodista

Rosa María Palacios (RMP), la misma que en la campaña electoral de 2011 decía que la propuesta de «La Gran Transformación» era estatista, no obstante que esta contenía una estrategia para de creación y desarrollo de mercados internos y medidas para eliminar las restricciones a la expansión de la inversión privada nacional, acaba de cometer otra impostura. Afirma que la propuesta económica del Frente Amplio es peligrosa para todos. Esta periodista que veía en la categoría analítica «acción colectiva» de Mancur Olson una propuesta estatista, vuelve a suponer que sabe de todo para criticar dicha propuesta.

1.   Dice que para aumentar la inversión pública en dos puntos del PBI y canalizar 10,000 millones de dólares en créditos a las micro y pequeñas empresas, se requeriría una mayor recaudación tributaria.  No sabe que el MEF sigue recaudando; pero, además, no sabe que tiene dinero en el Banco Central (BCR) que puede utilizar. Tampoco sabe que la banca comercial puede orientar el crédito hacia ese tipo de empresas o que el MEF puede ayudar a que el financiamiento a estas empresas se realice a través del mercado de capitales.

2.   Se «opone» a la desdolarización del sistema bancario y la relaciona con la congelación de cuentas que hizo Alan García en su primer Gobierno. Decir que hay tal relación es una afirmación malintencionada. El BCR ahora mismo está interesado en la desdolarización del crédito porque la subida del tipo de cambio afecta la capacidad de pago de familias y empresas endeudadas en dólares, y que tienen ingresos en soles. También afecta a la banca comercial debido a que podría aumentar su cartera morosa. La periodista no recuerda que la dolarización del crédito en los años 1990 derivó en quiebras bancarias que obligó a un rescate que le costó al Estado (a los contribuyentes) cerca de mil millones de dólares.

3.   Se opone a la propuesta de revertir las medidas tributarias del ministro Segura. Este rebajó, por ejemplo, el impuesto a la renta de las empresas reduciendo la presión tributaria en cerca de dos puntos del PBI. El Estado no ha perdido con esta reducción, dice RMP, porque es «nuestro dinero, ganado con sacrificio, que se queda en la economía como reinversión». Pero no sabe que la inversión privada en lugar de crecer ha disminuido en 2.1% en 2014 y en 4.3% en 2015.

4.   Sobre la franja de precios del maíz, azúcar y lácteos, dice «ya las tuvimos y esto se llama subsidios que sale del bolsillo del contribuyente». La periodista no sabe que a fines del pasado mes de marzo el gobierno repuso la franja de precios de productos agrícolas que el ministro Segura quiso eliminar. Lo más importante, sin embargo, es saber que no le importa que la franja sirva para proteger a nuestros agricultores y consumidores de los subsidios que los países desarrollados le otorgan a su producción agrícola. RMP no denuncia este tipo de intervención económica del Estado de los países ricos.

5.   Cree, por ignorancia, que proponer una política monetaria contra-cíclica viola la autonomía del BCR y que es anticonstitucional. Bajar la tasa de interés en las fases de contracción del ciclo y hacer lo contrario en las fases de auge, es una práctica de los mejores bancos centrales del mundo. Lo hacen sujetándose a sus leyes como lo puede hacer y lo ha hecho el BCR sin contravenir su ley orgánica.

6.   Se opone a la revisión de los «acuerdos comerciales y tratados». No le importa que estos «tratados» afectan la soberanía del Estado sobre temas de interés nacional, favoreciendo a las empresas transnacionales. Por ejemplo, defiende el «libre comercio» con países que subsidian con montos considerables a su producción agrícola. Tampoco toma en cuenta la pérdida de empleos y de mercado interno de la producción nacional ante la notable penetración de importaciones. Hoy las importaciones de bienes representan cerca del 160% de la producción manufacturera. 

Intolerancia ideológica como fundamento

El fundamento ideológico de sus críticas es su convencimiento de que el crecimiento económico debe ser exclusivamente resultado de la acción de los individuos y que por tanto debe prohibirse toda intervención del Estado. Los neoliberales, dice Todorov, creen que «la solidaridad mata a la iniciativa individual». ¿Me van a quitar a mí para darle a otro una pensión mínima?, se pregunta RMP. El mismo sentido tiene el rechazo de RMP a revertir la rebaja del impuesto a la renta de las empresas.

Defienden la socialización de los riesgos y pérdidas privados –como ocurrió con el rescate bancario de fines de la década de 1990--. Pero, como los beneficios son individuales, no deberían estar sujetos a impuestos, aunque hayan asimetrías de poder y concentraciones del ingreso en los mercados. Para los neoliberales la libertad económica está en el mismo plano de las libertades individuales. Por eso la economía se autonomiza de la sociedad y de la política, y la desvisten de la ética. Consideran que los problemas económicos se resuelven por sí mismos, y que el funcionamiento de la economía no genera efectos sociales y económicos indeseables. Por eso RMP dice: «el capítulo económico de la Constitución de 1993 es una pieza de protección a los derechos económicos fundamentales del ser humano».
 
 
 
Publicado en el Diario UNO, el sábado 8 de abril

Monday, April 04, 2016

La hora del cambio del modelo económico neoliberal


Según una encuesta reciente el 91% de los peruanos opina que el modelo económico debe ser cambiado. El 29% considera que debe ser modificado totalmente y el 34% que debe ser modificado en gran parte. Ambos suman 63%. El 28% cree que debe ser modificado en algunas cosas y solo el 3% opina que debe mantenerse igual (Gestión, 22/03/2016). Veinticinco años de neoliberalismo no han servido para resolver los problemas fundamentales de la economía (sus desarticulaciones sectoriales y regionales; la insuficiencia de empleos adecuados y, su consecuencia, la informalidad; y, la desigualdad en la distribución del ingreso, entre otros). Esta es la razón por la cual una gran mayoría de peruanos está por el cambio del modelo económico.    
Como opera el modelo económico neoliberal
El estilo de crecimiento económico que experimentó el Perú en los años 2003-2013 está asociado a las políticas que privilegiaron un patrón de comercio internacional basado en las ventajas comparativas en la extracción y explotación de recursos naturales para su exportación.  No se parte de la previa construcción de ventajas dinámicas provenientes de la diversificación productiva y de la producción con alto valor agregado y contenido tecnológico (como ocurriría con desarrollo del agro y de la industria manufacturera), sino de ventajas comparativas naturales estáticas. 
Cuando hay demanda por los productos primarios y sus precios crecen, aumentan la inversión extranjera y las exportaciones, en especial, las exportaciones no-tradicionales. Este impulso externo estimula el crecimiento de la Inversión extranjera directa (IED), que es, además, atraída por los gobiernos con ventajas sobre la inversión nacional.  El crecimiento de la inversión extranjera directa y los flujos de capital internacional aprecian la moneda y, al mismo tiempo, estimulan el incremento del crédito interno en moneda nacional y también en moneda extranjera (debido a que los costos de financiamiento externo son relativamente bajos). La expansión del crédito doméstico impulsa la demanda interna y, por consiguiente, la inversión privada en los sectores no-transables de construcción, comercio y servicios, que son de baja productividad y de bajos ingresos, y donde se encuentra el grueso de los trabajadores no calificados. Como se privilegia los impulsos externos, el crecimiento neoliberal es contrario al aumento de los sueldos y salarios porque --se dice-- reduce la «competitividad de las exportaciones».
El actual contexto internacional de caída de los términos de intercambio y de estancamiento de la demanda, ha puesto al descubierto el agotamiento de este estilo de crecimiento, que por la forma como opera no genera desarrollo. No es un estilo de crecimiento endógeno ni basado en la productividad.   
Límites del actual estilo de crecimiento
La estructura de precios relativos que acompañó a este estilo de crecimiento, es contrario al desarrollo de las actividades transables, en especial de la industria manufacturera. Es entonces desindustrializador y ha generado una estructura productiva que se parece a la de hace 70 años, con sectores que se mantienen desarticulados y mercados internos inexistentes o poco dinámicos. La actual estructura productiva es, entonces, menos manufacturera y agropecuaria, y más productora de servicios de baja productividad. Este tipo de estructura productiva no ofrece oportunidades suficientes de empleo a la fuerza laboral que anualmente se incorpora al mercado
Es un estilo de crecimiento que enfrenta un límite en el propio patrón de acumulación de capital y la estructura productiva configurada en las dos décadas de neoliberalismo. Sin impulsos externos, crecer solo con impulsos de demanda interna generaría fuertes presiones inflacionarias y déficit importantes en la balanza comercial y cuenta corriente de la balanza de pagos.  La estructura de precios relativos que acompañó el crecimiento redujo relativamente la inversión en equipamiento, mientras aumentó la inversión en construcción.  Esto ha producido una relativa reducción de la capacidad productiva per cápita con lo cual los aumentos sostenidos del PBI per cápita con base en aumentos significativos de la capacidad productiva, serían imposibles sin un aumento sustancial de déficit comercial.
Pero, este estilo de crecimiento también tiene una un límite social. El modelo neoliberal ha incubado conflictos distributivo, regional y medio ambiental. No ha resuelto la desconexión de la economía moderna con la geografía y la demografía; por el contrario los ha exacerbado. Los enclaves mineros dañan el medio ambiente y las condiciones de vida de las poblaciones circundantes.  La distribución del ingreso se ha hecho más desigual. 
El neoliberalismo nos ha hecho regresar al mismo sitio del que partimos hace 70 años, solo que «transfiriendo» la población dedicada al agro tradicional hacia los sectores de servicios de baja productividad, en gran parte de autoempleo e informales en las zonas urbanas más importantes del país.
A modo de conclusión
Para que el Perú se desarrolle esta estructura productiva tiene que cambiar. Hay que apostar otra vez por la industrialización, pero de nuevo tipo, asegurando que las políticas macroeconómicas, o de corto plazo, no se divorcien de las transformaciones institucionales y estructurales que exige el desarrollo industrial y agrícola del país. 
 
 
Publicado en el Diario UNO el sábado 2 de abril.