Al
igual que las políticas monetaria y cambiaria, la política fiscal es
fundamental para lograr el objetivo de construcción de motores internos de
crecimiento económico. La cuenta corriente de la balanza de pagos, la
inflación, los niveles de actividad y de empleo, así como la composición de la
población ocupada y de la producción, son afectados por los tres tipos de
políticas, en este sentido, todas están relacionadas entre sí.
El
esquema institucional vigente de la política fiscal
En los
años 2001-2004 se realizaron importantes cambios en el esquema institucional de
política fiscal. En el año 2003 se creó el Programa de Creadores de Mercado de Deuda Pública con varios objetivos:
a) mantener un perfil de deuda pública sostenible incrementando notoriamente el
peso de la deuda en moneda local; b) desarrollar el mercado de capitales en
soles con la generación de una curva de rendimientos (de los bonos de la deuda
pública con plazos de vencimiento distintos) referencial para las emisiones en
la misma moneda local; y, c) mejorar la eficiencia de la política monetaria con
el aumento de la competencia en el mercado financiero originado por la
expansión del mercado de capitales en soles.
El Programa de Creadores de Mercado puesto en
marcha en marzo de 2003, permitió reperfilar la deuda pública reduciendo
riesgos de refinanciamiento, pre-pagar la deuda pública externa o en moneda
extranjera y disminuir significativamente el ratio de deuda pública/PBI. También
se creó la curva de rendimientos en soles, que es una referencia indispensable
para la emisión de deuda en moneda local por parte del sector privado. El consecuente
desarrollo del mercado de capitales en soles permitiría transformar los ahorros
domésticos disponibles en inversión productiva doméstica de mediano y largo
plazos; pero, además, permitiría combatir la dolarización de la economía. El
objetivo último de estas transformaciones era lograr que el crecimiento
económico sea realmente liderado por el sector privado nacional en una economía
menos vulnerable y volátil.
También se modificó la ley de Prudencia y
Transparencia Fiscal de 1999 que limitaba absurdamente el incremento del gasto
no financiero real del gobierno a 2% anual y el déficit fiscal anual del sector
público consolidado a 1% del PBI. La ley que la sustituyó fue la de
Responsabilidad y Transparencia Fiscal promulgada en el año 2003.
Posteriormente esta sufrió otras modificaciones y se le puso el nombre de ley
de Fortalecimiento de la Responsabilidad y Transparencia Fiscal. Sin embargo,
ninguna de sus modificaciones incorpora una regla contracíclica que tome en
cuenta la trayectoria del superávit primario que hace sostenible la deuda
pública
La gestión reciente de la política
fiscal
Si bien aumentaron las emisiones del sector privado
en el mercado doméstico de capitales, estas no fueron, todas, en moneda
nacional. Los dos últimos gobiernos promovieron las emisiones privadas de deuda
en dólares así como la posibilidad de que otros países de la región andina
financien sus inversiones en el mercado local y en moneda extranjera. Tampoco
se promovió la emisión de deuda de las pequeñas y medianas empresas en el
mercado de capitales.
Desde el segundo gobierno de García se promovió la
integración de los mercados de capitales de Perú, Chile y Bogotá, de tal forma
que inversionistas chilenos, colombianos y peruanos pueden negociar en los tres
mercados de manera simultánea. Esta integración desnaturaliza el objetivo de
convertir el mercado de capitales en soles como el mecanismo de superación de
la restricción de financiamiento de los inversionistas privados nacionales, porque
desincentiva la participación de pequeñas y medianas empresas locales frente a
empresas de Chile y Colombia consideradas menos riesgosas por su grado de
desarrollo e historial crediticio. Las emisiones de las empresas peruanas
requieren en muchos casos de garantías para bajar su costo financiero.
Por último, en la década 2003-2013, la política
fiscal siguió basándose en la fijación de metas de déficit, con lo cual los
ajustes pro-cíclicos se hacían mediante las variaciones de la inversión
pública. Así se descuidó la inversión en infraestructura económica y social. Los
gastos en salud y educación se mantuvieron relativamente estancados. Aumentaron
recién en este año. Durante los diez años de alto crecimiento, los gobiernos privilegiaron
la generación de superávit primarios, los mismos que alcanzaron un promedio de 2.6%
del PBI, no obstante que el ratio de deuda/PBI había disminuido
significativamente. Los cálculos del déficit estructural también muestran que la
política fiscal de este período fue fundamentalmente contractiva.
Reforma de la política Fiscal
Las siguientes propuestas de reforma están
orientadas a mejorar la eficiencia de la política fiscal, para promover tanto
la estabilidad macroeconómica como la transformación de la estructura
productiva y del actual estilo de crecimiento. Estas reformas son:
1) Implementar
una regla explícita contra-cíclica utilizando la trayectoria del superávit
primario que hace sostenible la deuda.
2) Reformar la
estructura tributaria para hacerla más progresiva y, de esta manera, facilitar
la aplicación de la regla contra-cíclica.
3) Implementar
la “regla de oro” de la inversión pública según la cual el endeudamiento debe destinarse
sólo a financiar el gasto de inversión y no el gasto corriente (véase F.
Jiménez, 2008).
4) Priorizar la
inversión en infraestructura pública en el contexto de un ordenamiento
territorial que dé lugar a un nuevo esquema de regionalización.
5) Reformar el
mercado de capitales haciéndolo predominantemente en moneda local y para
facilitar la emisión de deuda por parte de las empresas privadas pequeñas y medianas.
El desarrollo y profundización del mercado de capitales en soles, mediante un
mayor impulso y promoción del Programa de Creadores de Mercados, debe
convertirse en un mecanismo de endeudamiento alternativo al sistema bancario.
A
modo de conclusión
La
inversión pública en infraestructura económica y social, en países como el
nuestro, es el mejor mecanismo de atracción de la inversión privada
nacional.
Publicado en el Diario UNO, el sábado 1 de agosto
1 comment:
Estimado Dr.
La reforma de la política fiscal que nos plantea parece ser un goldstandar para una economía saludable. Estoy totalmente de acuerdo con la idea que nos plantea en el punto número tres.
Me gustaría mucho que desarrolle el pto cuatro, me gustaría saber si se refiere a una planificación de desarrollo urbano e interurbano.
Post a Comment