Friday, April 14, 2017

Coyuntura Económica y Opciones de Política (Final)

En nuestro artículo anterior presentamos una estimación preliminar del costo de reconstrucción de viviendas, carreteras, canales de riego, puentes y colegios destruidos y/o inhabilitados por el llamado fenómeno El Niño Costero. Este costo ascendía a 46,761 millones de soles (US$ 14, 388 millones de dólares), equivalente al 7.1 % del PBI de 2016.  La información al 29 de marzo, utilizada para este cálculo, pertenece al Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) y fue publicada por el diario La República el 30-03-2017.

El costo de los daños es más alto

Con información al 1 de abril proporcionada por esta misma institución, el costo por los mismos conceptos sube hasta 66,412 millones de soles (US$ 20,434 millones) y equivale al 10.1 del PBI de 2016. Los kilómetros de carreteras destruidas disminuyeron de 3,599 a 2443, pero los otros rubros aumentaron. Estos son: puentes destruidos y afectados de 523 a 681; canales de riego de 1,004 kms a 4,470 kms; colegios colapsados e inhabitables de 1,672 a 1,796; y, viviendas colapsadas e inhabitables de 30,184 a 226,345. Si le adicionamos los 610 centros de salud colapsados y afectados, el costo aumenta a 67,632 millones de soles (US$ 20,810 millones), que es equivalente al 10.3% del PBI.

 

Si los activos afectados o inhabilitados (es decir, no destruidos) solo son reparados (o parchados), el costo total se reduciría a 50,054 millones de soles (US$ 16,940 millones), equivalente al 8.4% del PBI. Solo en la reconstrucción de carreteras y puentes el costo oscila entre 5.6% a 6.5% del PBI.

El lector comprenderá que nuestras estimaciones son aproximaciones. No estamos tomando en cuenta, por ejemplo, el costo de la construcción de muros de contención o de defensa ribereña para impedir el desborde de los ríos en el futuro, ni el costo de la reubicación y construcción de las viviendas de la población damnificada y afectada.

Cambios necesarios en la política fiscal y monetaria

El ministro de economía dijo que el costo de US$ 12,000 millones (mencionado por el ministro de defensa) era «bastante elevado» y que su sector es el que definirá «cuál es el monto de la reconstrucción». Esperamos que lo haga pronto. Que defina los respectivos costos unitarios y que le diga al país si está pensando en parches o en obras nuevas y de larga duración.

El temor del ministro es sin duda el déficit fiscal, sobre todo ahora que la presión tributaria se encuentra por debajo del 14% del PBI. El déficit tiene necesariamente que subir hasta situarse alrededor del 4% del PBI para que el compromiso de reconstrucción sea creíble. Empezar gastando 2 puntos adicionales del PBI en la ejecución de un plan de inversiones en infraestructura (plan que cubra el período de este gobierno y que sea concebido como parte de un plan de reordenamiento territorial), es esencial no solo para aumentar la demanda agregada sino también para estimular la expansión de la oferta agregada. Si no se hace, la depresión económica y el conflicto social serán inevitables.

Hay financiamiento. El gobierno tiene el FEF y depósitos en el BCRP que ascienden a un poco más del 7% del PBI. Pero también se puede recurrir al endeudamiento interno, emitiendo, en el mercado local, bonos en soles de 30 o 40 años de plazo destinados exclusivamente a la reconstrucción. Es el momento, además, de introducir la «regla de oro» en la gestión y contabilidad fiscal: endeudarse solo para financiar inversiones en infraestructura. Asimismo, el MEF puede garantizar las emisiones de deuda en soles en el mercado local por parte de medianas y pequeñas empresas (individualmente o asociadas) con buen historial crediticio y que se comprometan a modernizar y ampliar su capacidad productiva.

Por su parte el banco central (BCR) tiene que acompañar a la nueva política fiscal contra-cíclica y de apoyo  a la reconstrucción.  Primero,  debe aumentar la meta de inflación a 3% ± 1 punto. El propósito es ampliar el espacio para hacer política monetaria. Desde que el actual presidente del BCR redujo la meta, la inflación se mantuvo por encima del límite superior de la banda en la mayor parte del tiempo. Segundo, debe bajar su tasa de interés de referencia para estimular el crédito y de esta manera contribuir con la recuperación económica. Tercero, debe aplicar la regla de intervenciones esterilizadas en el mercado cambiario cuidando la competitividad de las actividades productoras de transables. Cuarto, debe iniciar la sustitución de sus certificados de depósito por bonos y letras del tesoro en sus operaciones de mercado abierto, operaciones cambiarias y operaciones para fijar la tasa de interés, para así contribuir a la profundización y liquidez del mercado doméstico de capitales.

A modo de conclusión

Si a todo lo anterior se le agregara una nueva política industrial, este gobierno contribuiría no solo con la creación de empleos seguros y bien remunerados, sino también con el fortalecimiento de la democracia.




Publicado en el Diario UNO; el domingo 9 de abril.

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