Desde
abril de 2013 el Banco Central (BCRP) ha utilizado el 46.8% de sus reservas
(posición de cambio) para frenar el alza del tipo de cambio. Esta reducción de
sus reservas se aceleró en los últimos meses. De octubre de 2014 a la fecha, el BCRP ha «perdido»
un promedio de US $ 1,380 millones mensuales. A este ritmo, el total de reservas
que le queda (US$ 26,305 millones) le alcanzarían solo para 19 meses.
La
actual presión al alza del precio del dólar es un «hecho estilizado» de la
economía peruana. Como somos un país primario exportador, cuando los precios de
las materias primas que exportamos ya no crecen, el precio del dólar aumenta
porque no solo ya no entran dólares a la economía, sino que se van del país porque
las condiciones financieras internacionales se tornan desfavorables para
nosotros. Lo contrario ocurre en épocas del auge primario exportador. Ahora
bien, cuando el tipo de cambio sube de manera importante, impacta sobre los
precios, es decir, la inflación aumenta. Y esto es lo que ha pasado
recientemente: la inflación al 15 de agosto pasado fue de 4.06%, situándose muy
por encima del límite superior de su rango meta.
Las equivocaciones del directorio del BCRP
El
impacto de la coyuntura externa sobre el tipo de cambio puede variar en
intensidad dependiendo de las medidas que tome el directorio del BCRP, no solo
en materia cambiaria sino también monetaria y crediticia. ¿Qué hizo el
directorio del BCRP para que en la
actual coyuntura de enfriamiento económico haya decidido subir su tasa de
interés de referencia de 3.25 a 3.50%? Aunque ya hemos tratado sobre las decisiones
contraproducentes que tomó el actual directorio del BCRP, haremos un breve
resumen de lo que hizo:
Primero,
desde el año 2007 promovió la dolarización de los créditos bancarios. No mantuvo
los encajes a los préstamos externos de la banca comercial que habían sido
introducidos por el directorio anterior; estos préstamos son utilizados por los
bancos para otorgar créditos en dólares en el mercado interno. Por haber promovido
este «carry trade» en el sistema
bancario, los créditos en dólares del sector privado han llegado hasta cerca del
15% del PBI. Entonces, el alza del tipo de cambio, hace peligrar la estabilidad
de la banca debido a que hay una parte importante de los créditos en dólares
que se otorgaron a empresas y familias que tienen ingresos en soles.
Segundo,
desde agosto de 2006 el directorio del BCRP dejó caer sistemáticamente el
precio del dólar. Eran años de apogeo del modelo primario exportador: los
precios de los minerales que exportamos crecían y las condiciones financieras
nos eran favorables. La abundancia de dólares que había en el país presionaba a
la baja del tipo de cambio. Desde el 1 de agosto de 2006 al 30 de abril de
2013, el BCRP acumuló reservas por un monto promedio de solo de US $ 500
millones mensuales. El Sr. Velarde, presidente del BCRP, decía que no le
importaba la apreciación de la moneda, sino el rebote del tipo de cambio. Así dejó
caer el tipo de cambio haciéndoles perder competitividad a las actividades
manufactureras y de exportación no-tradicional. Fueron años de una masiva
penetración de importaciones que redujeron el mercado interno de las
actividades agropecuaria e industrial. La consecuencia es que ahora el rebote
del tipo de cambio le está haciendo perder reservas al BCRP en un monto
promedio de US $ 1380 mensuales. El peligro, entonces, es que, si todo sigue
igual, el BCRP puede llegar a julio de 2016 con un monto de reservas
aproximadamente igual al monto (US $8,078 millones) con el que Julio Velarde empezó
su gestión el 1 de agosto de 2006. Las expectativas devaluatorias crecen en
proporción inversa a la caída de las reservas del BCRP.
Tercero,
Julio Velarde, desde que asumió la presidencia del directorio del BCRP,
promovió la reducción de la meta y el rango meta de la inflación. De 2.5%
(+/-1%) lo bajó a 2% (+/-1%). El límite superior del rango meta de la inflación
antes era de 3.5% y ahora es de 3%. Esta
disminución no fue un simple error, sino falta de conocimiento de los factores
que determinan la inflación en una economía con desarticulaciones sectoriales,
tecnológicamente heterogénea, y con una
estructura productiva sin liderazgo de las actividades manufactureras. Chile
tiene un rango meta de 2% a 4%. La consecuencia de esta decisión es que ahora
la inflación está muy por encima del límite superior del rango meta.
El miedo del BCRP a devaluar
Las
equivocaciones mencionadas anteriormente configuraron, en pleno enfriamiento
económico, una situación que explica el miedo del BCRP a devaluar. Este miedo le
ha obligado a subir su tasa de referencia, en pleno enfriamiento económico. En
lugar de aplicar una política contra cíclica, el BCRP ha decidido frenar aún
más el crecimiento económico, retirando los estímulos monetarios para expandir
la demanda interna. Ha preferido frenar el alza del precio del dólar, a costa
de frenar más con ello el crecimiento económico.
Lo
que debe quedar claro al lector es que el propio directorio del BCRP generó,
con sus propias decisiones, su miedo a devaluar. ¿Fue correcta la decisión de
aumentar su tasa de interés de referencia? La regla dice que se debe elevar la
tasa de interés cuando la inflación aumenta por presiones de demanda. Lo que
hay ahora es una inflación (por encima del límite superior del rango meta)
provocada básicamente por la devaluación. Si no se hubiera bajado el rango meta
de inflación, su miedo a devaluar sería menor. Lo mismo ocurriría ni no se
hubiera alentado la dolarización de los créditos bancarios, pues no habría el
problema de «hoja de balance» debido a que habría continuado la desdolarización
iniciada por el directorio de 2001-2006.
A modo de conclusión
Retirar
los estímulos monetarios en pleno enfriamiento económico es un error supino. No
es verdad que ya se inició la recuperación de la economía. Los sectores primarios crecen por las
inversiones que se realizaron cuando los precios de la materias primas estaban
altos. La inversión privada está cayendo y el retiro de los estímulos
económicos no ayudará a su recuperación. Con el recrudecimiento de la
desaceleración de la economía China y cuando la FED decida subir su tasa de
interés, el escenario externo adverso será peor para la economía peruana. En estas condiciones era mejor permitir una
devaluación gradual de la moneda y, simultáneamente, aumentar la inversión
pública y adoptar medidas para una rápida desdolarización de los créditos.
Publicado en el Diario UNO, el sábado 12 de setiembre
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