El debate sobre el artículo de Waldo Mendoza En defensa del neoliberalismo, dio un giro inesperado que nos impidió continuar abordando los temas que este artículo nos puso sobre la mesa. Es momento entonces de retomarlos. Lo central del artículo de Waldo se resume en su particular definición de modelo neoliberal y su visión de los problemas del desarrollo y del crecimiento.
Él, como se recordará, define al modelo neoliberal como aquel que es “amigable a la inversión privada” y donde la “intervención estatal no entorpece el funcionamiento de la economía”. De acuerdo con esta definición “El Perú, nos dice, está, felizmente… junto con Brasil, Chile, Colombia y México (que son) modelos amigables para la inversión privada”. En cambio, Bolivia, Ecuador o Venezuela, según Waldo, son países “donde la intervención estatal entorpece el funcionamiento de la economía”. “En especial –sentencia--, Bolivia y Venezuela, han espantado a la inversión privada, la fuente más importante del crecimiento económico sostenido”.
En lo que respecta a los problemas del desarrollo y el crecimiento, Waldo sostiene que son suficientes una buena administración de la política macroeconómica y un incremento de la presión tributaria. Dice: “En Perú sólo hay que enfrentar mejor los choques externos” y “Elevar sustantivamente la presión tributaria para poder sostener un gasto público mayor en capital humano e infraestructura” y de este modo enfrentar “el gran lastre…de ser uno de los países más desiguales en América Latina”.
En este artículo trataremos nuevamente sobre el primer tema para después, en otro analizar su visión del desarrollo y el crecimiento.
El modelo neoliberal de Waldo y la evidencia empírica
Si la definición y clasificación de Waldo son consistentes, durante las dos últimas décadas la inversión debería haber crecido sostenidamente y a tasas altas en los países que él clasifica como neoliberales. Debido a la ausencia de información comparable sobre la inversión privada, vamos a intentar dos tipos de clasificación del conjunto de países mencionados por Waldo, utilizando información de la formación bruta de capital fijo a precios y dólares del año 2000 y de los coeficientes de inversión (porcentaje de la inversión respecto al PBI).
Los países que deberían calzar con la definición de Waldo serían aquellos donde la inversión crece a tasas promedio anuales más altas y/o donde los porcentajes de la inversión respecto al PBI son también los más altos, con el agregado de que estos coeficientes se mantienen o crecen en el tiempo. Además, en estos países los Estados serían los que menos habrían “entorpecido” el “funcionamiento de la economía”, pues de lo contrario la inversión no habría crecido y los niveles de los coeficientes de inversión no se habrían mantenido en el tiempo.
Tendríamos, asimismo, un segundo grupo de países, los más o menos amigables con la inversión, y un tercer grupo integrado por los menos amigables con la inversión y donde se ubicarían justamente los países contrarios al neoliberalismo. En este último grupo los Estados de los países que lo integran habrían hecho poco por estimular el funcionamiento de la economía o habrían realizado alguna acción que lo entorpece, con la consecuente caída de la inversión o su estancamiento.
a) El criterio de la evolución de la inversión
Los países “neoliberales”
En el primer grupo de países están Argentina, Venezuela y Chile. La inversión de estos países crece, entre 1990 y 2008, a una tasa por encima de 6.0% promedio anual. En Argentina la tasa es de 7.5%, en Chile de 7.9% y en Venezuela de 6.3%. Habría sido imposible lograr estas tasas de crecimiento si el Estado “hubiera entorpecido el funcionamiento de la economía”. A este grupo de países debería pertenecer Perú cuya inversión cree a la tasa de 6.3% promedio anual. Nótese que, junto a Perú, se encuentran dos países con los que Waldo no simpatiza (véase Gráfico 1).
Gráfico 1
Nota: Índice construido a partir de las series en Millones de dólares a precios constantes de 2000. Fuente: CEPAL, 2009
Los Países “intermedios”
En el segundo grupo de países la inversión crece a una tasa cercana al 5% promedio anual. Integran este grupo: Bolivia con una tasa de 4.7%, México con una tasa de 4.8% y Colombia con una tasa de 5.3% (véase Gráfico 2).
Gráfico 2
Nota: Índice construido a partir de las series en Millones de dólares a precios constantes de 2000. Fuente: CEPAL 2009.
Países contrarios a la inversión o con un Estado obstruccionista
Finalmente, en el tercer grupo, donde, según la definición de Waldo, se encontrarían los países con modelos contrarios al neoliberal, la inversión crece a una tasa promedio anual inferior al 4%. Lo integran Brasil con una tasa de 2.6% y Ecuador con una tasa de 3.8%.
Gráfico 3
Nota: Índice construido a partir de las series en Millones de dólares a precios constantes de 2000. Fuente: CEPAL 2009.
Hasta aquí hemos mostrado que la definición de modelo neoliberal de Waldo no calza con la clasificación de países que él propone.
b) El criterio del coeficiente de inversión
Con el segundo criterio de los coeficientes de inversión también se obtiene una clasificación distinta a la propuesta por Waldo. El cuadro 1 contiene los porcentajes de la inversión con respecto al PBI. En 1990 Ecuador es el que tenía el coeficiente de inversión más alto (23.4%). Le seguían, en orden descendente, Venezuela, Chile, Colombia, Brasil, México y Perú. Los últimos lugares le correspondían a Argentina y Bolivia pues registran al inicio del período coeficientes casi 50% menores que el de Ecuador.
Cuadro 1
Fuente: CEPAL, 2009
Dieciocho años después, en 2008, Chile, Ecuador y Venezuela seguían ocupando los primeros lugares: registran los coeficientes más altos y por encima de 28%. A estos tres, se le puede agregar Perú. Estos cuatro países serían los favorecidos por un Estado que no entorpece el funcionamiento de la economía. México, Colombia y Argentina también aumentaron sus coeficientes, pero sus niveles se ubican sólo en el rango de 20% y 25%. Por último, Bolivia no cambió de posición, pero ahora le acompaña Brasil.
Hay que señalar, sin embargo, que, entre 1990 y 2008, Argentina, Chile Venezuela y Perú fueron los países que aumentaron notablemente sus coeficientes de inversión.
Nuevamente la clasificación de Waldo no calza con su definición, pues en este grupo se encuentran dos países que no son de su agrado. No hay correspondencia entre la definición y la clasificación de países que él nos propone. Su clasificación corresponde más a la propaganda que machaconamente difunde la prensa oficial y adicta a este gobierno, y que tiene como propósito generar rechazo a la transformación que el país requiere.
¿Qué países integrarían un modelo amigable con los trabajadores o con la población?
Si utilizamos como criterio de clasificación el de ser amigables con los trabajadores a partir del comportamiento del salario mínimo real, resulta que Argentina, Bolivia, Brasil y Chile, son los únicos países donde el salario mínimo real creció, entre 1990 y 2007, a una tasa promedio anual por encima de 4% (véase Cuadro 2). Además, como se sabe, en estos países los derechos laborales, como el derecho a tener sindicatos, no están conculcados.
Cuadro 2
Fuente: CEPAL
Perú se encuentra, de acuerdo con este criterio, entre los países que habrían tratado mal a sus trabajadores. Entre estos se encuentran Colombia y México, los dos países que, según Waldo Mendoza, son amigables a la inversión privada o donde el Estado no entorpece el funcionamiento de la economía.
Si ahora tomamos en cuenta el porcentaje de población con acceso sostenible a mejores fuentes de abastecimiento de agua potable y a mejores servicios de saneamiento, en áreas urbanas y rurales, encontramos que los países que mejor atienden a su población son: Argentina, Chile y Ecuador (véase Cuadro 3). Brasil no ha mejorado ni desmejorado entre los años 2000 y 2006. Los otros países como México, Bolivia y Perú tienen el peor desempeño.
Cuadro3
Fuente: CEPAL
En lo que se refiere al acceso a servicios de agua potable en zonas rurales, Brasil y Perú están en los últimos lugares en el grupo de los nueve países propuesto por Waldo. Por otro lado, con respecto al acceso a servicios de saneamiento, los países con el porcentaje más bajo de población atendida son: Bolivia, Brasil, México y Perú.
A modo de conclusión
La evidencia empírica analizada hasta aquí muestra la inconsistencia de la definición de modelo neoliberal de Waldo Mendoza. Pero, además, nos indica que las clasificaciones sobre la base de criterios de “desempeño” de algunas variables económicas y sociales, relevantes para una u otra ideología, no dicen nada o dicen poco de la dinámica económica y socio-política que se desarrolla en cada uno de los países. Esta dinámica responde a los estilos o modelos de desarrollo que ellos han adoptado con el dominio de un tipo de coalición socio política, funcional a un tipo de acumulación de capital. Sobre este tema y la visión del desarrollo y crecimiento de Waldo Mendoza trataremos en otro artículo.
Monday, February 15, 2010
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