Las «condiciones iniciales» y políticas económicas pueden acelerar o retrasar el crecimiento de largo plazo a través de su influencia en el desarrollo tecnológico y en la intensidad de capital o relación capital trabajo, es decir, en la cantidad de stock de capital (equipo, edificios, autopistas, puertos, máquinas) que tiene a su disposición un trabajador o promedio. Una economía intensiva en capital es más productiva y genera mejores condiciones de bienestar para la población.
La cantidad y calidad del gasto en educación e investigación, mejoran la tecnología y aumentan el nivel de eficiencia del trabajo, es decir, su capacidad para utilizar las tecnologías modernas. Por su parte, la proporción del PBI que se ahorra y se invierte, y la inversión necesaria para dotar de capital a los nuevos trabajadores o para reponer el stock de capital gastado u obsoleto, ambas, determinan la intensidad de capital.
Las políticas económicas que afectan el gasto en educación e investigación, así como a los coeficientes de ahorro e inversión, y aquellas que estimulan la inversión para por lo menos mantener la intensidad de capital, son las que específicamente afectan la tasa de crecimiento económico a largo plazo. Pero, la influencia negativa o positiva de estas políticas sobre el crecimiento económico puede acentuarse dependiendo de las «condiciones iniciales». En nuestro país, estas «condiciones iniciales» están constituidas por tres grandes problemas estructurales: a) la desigualdad y pobreza y, por consiguiente, la insuficiencia de empleos e ingresos decentes; b) las débiles o inexistentes relaciones sectoriales y espaciales que hacen difícil crear nuevos mercados internos o expandir los ya existentes; y, c) el estilo de crecimiento liderado por la producción primaria, la misma que tiene reducidos efectos sobre el empleo y los ingresos.


El país registra en su historia hipos de coeficientes de inversión originados por los aumentos intermitentes en la inversión extranjera, después de los cuales vuelve a sus bajos niveles promedio consistentes con la persistencia de los problemas estructurales mencionados anteriormente. El «imperialismo como primera fase del desarrollo del capitalismo en nuestro país» no tuvo éxito. Hoy, con la pérdida de soberanía del Estado ante las empresas de capital transnacional, como las mineras y la telefónica, el gobierno aprista habrá convertido al ahorro interno en un «perfecto cipayo». Nótese, además, que la Renta de Factores de la balanza en cuenta corriente, como porcentaje del PBI, ha pasado de -6.4% en el 2005 a cerca de -8% en el 2006.

La exportación de capitales debilita la relación entre el ahorro y la inversión internos, ahondando los problemas estructurales de la economía cuyo déficit de inversión en infraestructura supera los 23 mil millones de dólares. Esta exportación es estimulada por un manejo cambiario que favorece el aumento de las inversiones de las AFP en el exterior.
Tipo de Cambio Real Bilateral y Multilateral

En una economía abierta y de mercado, la estructura de precios relativos es fundamental para orientar la asignación de los recursos; ella influye en la constitución de un patrón o estilo de crecimiento. Al respecto, es importante mencionar que el tipo de estructura de estos precios, que favoreció a la exportación no-tradicional, fue configurado por la «nueva» política monetaria introducida por el anterior Directorio del BCRP. Uno de los precios relativos clave, el tipo de cambio real, se mantuvo en niveles que, a diferencia de lo que ocurrió en los años 90, no conspiraron contra la competitividad de los exportadores no tradicionales.
En consecuencia, el aumento de las exportaciones no-tradicionales a los EE.UU. no fue sólo resultado del ATPDEA, sino también de un tipo de cambio real que se mantuvo en niveles competitivos. Además, la baja inflación, la más baja de nuestra historia, y las bajas tasas de interés (otro precio relativo importante), son también resultados de esa «nueva» política que impidió la ocurrencia de bruscas fluctuaciones del tipo de cambio.
Tasa de Interés Activa promedio en MN

Aparte de la tasa de interés interbancaria, el BCRP tiene como otro instrumento independiente la compra o venta esterilizada de dólares. Cuando compra, simultáneamente inyecta soles en la economía. El BCRP esteriliza estos soles, retirándolos de la economía con la venta de sus certificados de depósitos. Ahora bien, a diferencia de lo que ha ocurrido con el uso del instrumento tasa de interes, donde no hay anuncios de cambios, el nuevo Directorio del Banco Central está, al parecer, introduciendo modificaciones en el uso del instrumento compra-venta esterilizada de dólares: su presidente ha dicho que habrá una mayor flexibilidad cambiaria. Para el mercado cambiario este es el anuncio de una especie de via libre hacia la apreciación de la moneda nacional (una caída del precio del dólar) y, por lo tanto, ha empezado a apostar en esa dirección.
En este mercado no sólo se transan dólares que se pagan y se entregan hoy. Los bancos comerciales tambien venden y compran dólares para entrega en el futuro. Si alguien que gana en soles tiene que pagar una deuda en dólares dentro de, por ejemplo, seis meses y no quiere correr el riesgo de una fuerte subida del tipo de cambio, puede acudir a este mercado de dólares a futuro, o forwards. El banco le venderá dólares para entrega dentro de seis meses a un precio que se fija hoy. El saldo de ventas netas de forwards es el total de dólares que los bancos han vendido a futuro a sus clientes menos el total de dólares que los bancos han comprado a futuro a sus clientes.
Si el mercado espera que el tipo de cambio suba, como ocurrió durante el periodo electoral, el saldo de ventas netas de forwards normalmente aumentará. Y viceversa, si el mercado espera que el tipo de cambio baje, como ocurrió una vez terminado el proceso electoral, el saldo de ventas netas de forwards normalmente disminuirá. El siguiente grafico ilustra estos movimientos del saldo de ventas netas de forwards y su relacion con el tipo de cambio.

Publicado en La República el 31 de diciembre de 2006