Saturday, April 26, 2014

Ollanta Humala: la Puerta Giratoria y el Salario Mínimo

El diario La República publicó el 30-03-2014 la entrevista que Juan Álvarez le hizo al presidente Ollanta Humala. Sorprende el carácter intolerante y desafiante del presidente ante algunas preguntas. Dijo que él escucha todas las críticas, pero cuando el periodista le preguntó sobre su «extrema dependencia» del ministro de economía, respondió: esa crítica «es parte de la cultura de acusar sin tener pruebas. ¿Tiene alguna prueba de eso? Dígamela…». El periodista le recordó que él adoptó la postura de su ministro de economía contraria al aumento del salario mínimo. «¿Qué tiene que ver ahí el ministro de Economía?», reaccionó iracundo el presidente.
 
La ominosa práctica de «la puerta giratoria»
 
Le increpó al periodista haber hecho una «afirmación temeraria hablando de la extrema dependencia». No aceptó como prueba el aumento de 100% del sueldo a los ministros ni su decisión de congelar el salario mínimo, medidas impulsadas por su ministro de economía. «Esa no es decisión del MEF –replicó--; es una decisión del Presidente. El aumento de sueldo a los ministros es parte de la reforma del Estado»; ellos han asumido el cargo «dejando puestos bien remunerados en el extranjero» y toman decisiones en proyectos «que involucran miles de millones de soles del erario público».
 
El periodista no repreguntó. Pero, es erróneo usar como argumento que los ministros han dejado «puestos bien remunerados…» y que toman decisiones «que involucran miles de millones…». ¿Acaso no sabe el presidente que gobiernos como el suyo consienten la conducta de la «puerta giratoria» de ministros y altos funcionarios? ¿No sabe que hay funcionarios que se van a una empresa privada aprovechando las «ventajas» de su anterior cargo público, y que también hay funcionarios de empresas privadas que aceptan cargos públicos para luego regresar a la misma empresa privada proporcionándole las ventajas de su cargo público anterior? En ambos casos el Estado es el perjudicado porque incurren en conflicto de interés entre el sector público y el privado. La conducta de la «puerta giratoria» siempre beneficia al interés privado y perjudica el interés público.
 
¿Acaso usted señor presidente no ha hecho ministros a personas vinculadas a grandes empresas privadas mineras y petroleras; a empresas privadas «especializadas» en asociaciones Público-Privadas (en energía, infraestructura, agroindustria, etc.); y, a organizaciones financieras multilaterales que se convierten en acreedores del Estado utilizando sus contactos con ministros y altos funcionarios? Este es el tipo de ministros que lo han convertido a usted en un presidente que sigue el programa de los que perdieron las elecciones, traicionando el suyo.
 
Señor presidente, si el Estado sigue «tomado» por los intereses privados, si los gobiernos como el suyo siguen consintiendo la conducta de la «puerta giratoria», no habrá manera de conciliar la deontología con la función pública, no habrá reforma del Estado.
 
Salario mínimo, informalidad y productividad
 
¿Tiene fecha del próximo aumento del salario mínimo?, preguntó el periodista. «Es que eso no depende de fecha –respondió el presidente--, eso sería una medida populachera. Acá tenemos que ver el equilibrio entre el salario real y salario mínimo vital». El que paga el salario mínimo vital es el sector privado, «entonces, si yo le aumento el salario mínimo vital por encima del salario real, ¿qué provoco? Despidos masivos, o –como decimos.- informalidad, que se trabaje fuera de planilla, y no queremos eso».
 
¿Qué es «equilibrio entre salario real y salario mínimo? ¿Qué quiere decir «no puede aumentar el salario mínimo vital por encima del salario real? Esta curiosa y confusa teoría debe ser resultado de las clases de economía que su ministro le da. El presidente debió decir directamente que comparte el credo neoliberal: si aumenta el salario mínimo, las empresas que desean pagar salarios más bajos optarán por la informalidad.
 
En Perú el 79% de la PEA ocupada es informal y en su gran mayoría tiene baja calificación, baja productividad y bajos ingresos. Además, cerca del 70% de los trabajadores informales gana menos que el salario mínimo de 750 soles. Entonces, oponerse al aumento del salario mínimo, es perpetuar y reproducir las mismas condiciones de informalidad. Se debe fiscalizar el pago del salario mínimo para fomentar aumentos sostenidos en la productividad. Que sobrevivan las empresas eficientes. ¿No es este un argumento análogo al que usan los que favorecen la apertura comercial total? Sin embargo, no hay que olvidar que la informalidad es resultado de un estilo de crecimiento que daña a la producción de transables y reproduce una estructura productiva dominada precisamente por las actividades terciarias que dan empleo al grueso de la mano de obra de baja calificación.
 
A modo de Conclusión
 
John Maurice Clark dice que el salario mínimo se paga a sí mismo en el largo plazo mediante el aumento de la eficiencia de los trabajadores. «Una industria que no paga un salario digno –dice Clark--, en la práctica está pasando parte de sus costos a las otras industrias, pues estas últimas terminarían pagando los gastos de subsistencia de los trabajadores mal pagados, si es que finalmente lo hacen. Y si no lo hacen, hay una pérdida de capacidad productiva que cae como una carga generalizada en la sociedad, afectando a menudo a las futuras generaciones» (J. M. Clark, 1929).
 
 
 
 
Publicado en el diario La Primera el sábado 26 de abril.

Saturday, April 19, 2014

En el MEF no hay dirección; hay piloto automático

El sábado pasado el ministro Luis Miguel Castilla dijo en una entrevista a RPP: «rechazo la afirmación de que estamos en piloto automático. Hemos invertido 80 millones de soles (sic) en obras y hemos adjudicado concesiones por más de 12 mil millones de dólares. En solo tres años hemos rebasado al quinquenio anterior».

El ministro atinó con la cifra de las concesiones pero no con la cifra de la inversión pública. En el quinquenio anterior se invirtieron S/. 82,229 millones y en los últimos tres años S/. 81,362 millones. Cuando él era viceministro de hacienda del Alan García, se invirtió, en promedio, 4.5% del PBI; este porcentaje subió en los últimos tres años a 5.2%.
La inversión pública aumentó porque creció el PBI
No mejoró la eficiencia del gasto público, no cambió la metodología de la formulación del presupuesto, no se elaboró un plan de inversiones concertado con las regiones, tampoco se adoptó la regla de oro para el financiamiento de las inversiones, ni se liberaron recursos de la deuda pública para destinarlos a inversión. A pesar de todo esto, la inversión pública aumentó porque operó el piloto automático del crecimiento impulsado por factores internacionales, haciendo crecer la recaudación.
En los últimos ocho años el PBI creció a una tasa de 6.7% promedio anual y, consecuentemente, los ingresos recaudados por la SUNAT aumentaron de 16.1% del PBI en 2001-2005, a 18.7% en 2006-2010 y a 20.1% en 2011-2013. Si los ingresos del tesoro crecieron por factores externos, ¿qué mérito tiene decir que en tres años invertimos el equivalente de la inversión del quinquenio anterior? Además, la inversión pública como porcentaje del PBI que exhibe Castilla es mayor en solo medio punto porcentual que el porcentaje que se alcanzó en los años 1996-1997.  
El crecimiento del PBI no se debe a la política fiscal
El PBI creció impulsado por la demanda externa y los altos precios de los minerales y, porque la expansión del crédito doméstico –-propulsado por el incremento de los préstamos en moneda extranjera— estimuló el crecimiento de los sectores no-transables de Construcción, Comercio y Servicios. La «política fiscal» siguió pasivamente al crecimiento del producto y, por lo tanto, de la recaudación. El ministro Castilla dejó que continuara el crecimiento en piloto automático, pero «prendiéndole velitas» al capital extranjero.
Sin conducción del MEF, el piloto automático primario exportador siguió debilitando el papel de la industria manufacturera y frenando la diversificación productiva. El ministro Castilla no respetó la Hoja de Ruta; por eso no lideró ni lidera la generación de «condiciones para desarrollar mercados internos, así como expandir las exportaciones con mayor procesamiento y contenido tecnológico, en el marco de una economía abierta». Frente a la apreciación monetaria provocada por el influjo de capitales extranjeros, Castilla afirmó que «el Perú debe aprender a vivir con su moneda fuerte», es decir, con la sistemática pérdida de competitividad de los sectores transables.
La tributación minera cayó en lugar de aumentar
El ministro Castilla lideró la elaboración de las leyes del gravamen minero y de la «adecuación» de las normas tributarias existentes, para incrementar la recaudación y socializar parte de las ganancias extraordinarias asociadas los altos precios de los minerales. Lo que se pretendía en el fondo era compensar el agotamiento del «activo» recursos naturales mineros, mediante el mecanismo de la tributación para generar otro «activo» (capital humano e infraestructura social) de tal forma de no perjudicar a las generaciones futuras. 
Las leyes propuestas por Castilla y aprobadas por este gobierno son las responsables de la notable caída del canon minero que se transfiere a las regiones. Las regalías mineras prácticamente desaparecieron al incorporarse como parte de los costos operativos para el cálculo del impuesto a la renta. La tributación interna de la minería disminuyó en 32.5% en 2013. El impuesto a la renta de tercera categoría del sector minero cayó en 45.8%, reduciendo aún más el canon. De otro lado, el gravamen minero recaudado en los dos años pasados equivale, en promedio, a solo el 29.2% de los tres mil millones de soles que se prometió recaudar anualmente. Por último, ¿Castilla sabrá que en los ocho años de su presencia en el MEF las empresas extranjeras remesaron al exterior US $ 76,269 millones por el concepto de utilidades y entraron al país solo US $ 61,411 millones por el concepto de inversión extranjera?.
A modo de conclusión
El ministro ha dicho que este año el crecimiento se ubicará entre 5.5% y 6%, porque confía en el crecimiento de la inversión privada y en el motor externo. Pero, no está tomando en cuenta que, además de la desaceleración de la economía China, el aumento de la tasa de interés en Estados Unidos (asociado a su recuperación), genera dos impulsos recesivos: bajan los precios de los commodities porque se contrae su componente especulativo y se van los capitales de países como el nuestro haciendo subir el tipo de cambio y reduciendo el crédito bancario en moneda extranjera.  No dijo nada nuevo en materia de política fiscal. Castilla, al igual que los otros ministros de economía del gobierno de García, heredó un mercado de deuda pública y nuevas reglas fiscales que se introdujeron durante el gobierno de Toledo; y, este es el otro piloto automático que le ha permitido sobrevivir como ministro.
 
 
 
Publicado en el diario La Primera, el sábado 19 de abril

Saturday, April 12, 2014

La calidad del crecimiento económico neoliberal

Hay analistas y economistas que afirman que las transformaciones efectuadas en las dos últimas décadas han generado una economía vigorosa y moderna. Cuanto menos interviene el Estado, dicen, mejor. Por ejemplo, un aficionado a la economía, García Miró, acaba de decir que en el Perú actual no son «necesarios estímulos, fiscal o monetario». Otros, cortesanos del poder económico, repiten lo que dijo Krugman: «si tratas de forzar una diversificación, la economía doméstica va a ser moldeada por la demanda interna y será muy difícil que surjan sectores exportadores exitosos». También hay los que controlan medios, manipulan información y difaman. Por ejemplo, en un spot de un programa de televisión, su indocto conductor le hace decir a Gastón Acurio: «preferiría de ministro de economía a Luis Miguel Castilla y no a Félix Jiménez porque creo en el mercado». Son los mismos que afirman que Krugman «ha desbaratado enfáticamente las ideas» de la diversificación y de la transformación del modelo primario exportador  (véase Lampadia.com).
 
Las fuentes del crecimiento en 1950-1970 y 1990-2008  
El cuadro adjunto muestra la desagregación del crecimiento del producto potencial durante 1950-2008, en sus dos fuentes principales: el aumento de la productividad total de los factores capital y trabajo, (PTF), y la acumulación de estos dos factores.
La contribución de la productividad al crecimiento del producto potencial es mayor en el período 1950-1970 que en el período 1990-2008. De 35.7% en 1950-1960 aumenta a 39.6% en 1960-1970. Este último porcentaje supera a la contribución de cada uno de los factores capital y trabajo (véase Cuadro). La década de 1960, que sigue a la promulgación de la ley de industrialización (1959), registra una notable expansión de la manufactura. El PBI crece, liderado por esta industria, a una tasa de 5.9% promedio anual. Es un crecimiento basado en la productividad porque su contribución es mayor que la que corresponde a cada uno de los factores capital y trabajo. Además, de estos dos factores, el capital es el que aporta más (33.8%).
En los años 80s, de crisis de la  deuda y de políticas macroeconómicas controvertidas, la caída de la productividad casi compensa la contribución al crecimiento de los factores capital y trabajo.
Con la aplicación de las reformas del Consenso de Washington durante el «fujimorato», el crecimiento económico ya no se basa en aumentos sostenidos de la productividad. Su contribución al crecimiento es negativa en 1990-2000 y de 30.0% en 2000-2008. El PBI crece a la tasa de 5.9% promedio anual entre los años 2000 a 2008; pero, a diferencia de lo que ocurre en el período 1960-1970, el crecimiento es liderado por la Minería y los sectores Construcción y Comercio (véase Cuadro).
La contribución del factor trabajo al crecimiento es de 55.5% en 1990-2000 y de 40.3% en 2000-2008. La productividad aporta positivamente solo en 2000-2008, pero con un porcentaje menor. El crecimiento durante 1990-2008 es, por lo tanto, explicado principalmente por la acumulación de factores, y es, además, intensivo en empleo de baja calificación.
Los aumentos en la productividad y la modernización de la economía (que se expresa en los aumentos del capital y de la productividad), son más importantes en el período de expansión manufacturera que en el período de crecimiento neoliberal. En este último período (1990-2008), el crecimiento es relativamente más intensivo en empleo, lo que es compatible con una inversión predominante en Construcción y con el crecimiento de los sectores Comercio y Servicios.  
Crecimiento intensivo en empleo de baja calificación y  productividad
El sesgo hacia el liderazgo de los sectores no transables y terciarios de baja productividad se profundiza en el período 2008-2013, mientras se debilita el liderazgo de la Minería. Durante estos años el PBI crece a la tasa de 6.2% promedio anual. El 84.8% de este crecimiento es explicado por los sectores Construcción, Comercio y Servicios que crecen a las tasa de 11.0%, 7.2% y 6.8%, respectivamente. Los sectores Agropecuario, Pesca y Manufactura crecen, juntos, a la tasa de 4.1% promedio anual. La minería lo hace solo a la tasa de 2.1%.
De acuerdo con información del INEI para el año 2012, el 63.5% del empleo se encuentran en los sectores Construcción, Comercio y Servicios. Este porcentaje aumenta a 87.7% si se le agrega el empleo del sector Agropecuario. En estos cuatro sectores se encuentra la gran mayoría de empresas de «1 a 10 trabajadores». Además, el 70.9% de los trabajadores ocupados se encuentra en este tipo de empresas y tienen un ingreso promedio mensual de solo 824.3 soles. Sin duda alguna, los trabajadores cuyos niveles educativos son de secundaria, primaria y menos (68.4% de la PEA ocupada), se encuentran en los mencionados cuatro sectores y en las empresas de «1 a 10» trabajadores.
A modo de conclusión
El neoliberalismo ha impuesto un estilo de crecimiento extractivista, con escasa innovación y contrario a la diversificación y producción de transables. Es un estilo que usufructúa de los altos precios de los minerales, y es impulsado internamente por sectores no-transables de baja productividad que crecen porque crece el empleo mal pagado con muy baja dotación de capital.
 
 
Publicado en el diario La Primera, el sábado 12 de abril.

Saturday, April 05, 2014

Lo que oculta el año base 2007 construido por el INEI

El INEI acaba de anunciar que 2007 será el nuevo año base para la elaboración de las cuentas nacionales. La estructura productiva del año base 1994 ya no representaba más la realidad. Las reformas y políticas neoliberales configuraron un estilo de crecimiento primario exportador y contrario a la producción de transables, con su correspondiente estructura productiva. Pero, la composición del PBI de 2007 que nos presenta el INEI, no corresponde a este estilo de crecimiento (véase el cuadro).

Inexplicable estructura del PBI en el año base 2007

El PBI total es la suma del PBI de cada uno de los sectores que lo conforman. Por consiguiente, aquellos sectores que crecen a tasas mayores que la del PBI total deben ser los que ganan participación y lo contrario debe ocurrir con los sectores que crecen a tasas inferiores.
Los sectores que crecieron a tasas superiores a la del PBI (4.49%) durante 1994-2007, fueron: Minería e hidrocarburos (6.3%); Electricidad, gas y agua (5.13%); Agricultura, ganadería y silvicultura (4.8); Comercio (4.51%); y, Construcción (4.5%). Sin embargo, en la estructura del PBI de 2007 que reporta el INEI, solo la Minería e hidrocarburos gana participación. De otro lado, los sectores que crecieron a tasas inferiores a la del PBI son los que extrañamente ganaron o mantuvieron su participación. La manufactura cuya tasa de crecimiento (4.33%) fue menor que la del PBI (4.49%), aumentó su participación de 16% a 16.5%; y, la Pesca que creció a la tasa de 1.6%, mantuvo su participación constante (véase Cuadro).

Los cambios producidos en 1994-2007 se profundizaron en 2007-2013. La Manufactura creció a una tasa (2.94%) mucho menor que la del PBI (6.23%). Los que crecieron a tasas más altas y, por lo tanto, lideraron el crecimiento, fueron: Comercio (7.2%), Otros servicios (7.03%) y Construcción (10.98%). La información para el conjunto del período 1994-2013, vuelve a mostrar el cambio de la estructura del PBI a favor de los sectores terciarios y no-transables. Los únicos sectores que lideraron el crecimiento del PBI –que creció a la tasa de 5.03% promedio anual--, fueron: Comercio (5.35%), Otros servicios (5.15%), Electricidad, gas y agua (5.35%) y Construcción (6.50%).
En resumen, el crecimiento de las dos últimas décadas –que tuvo que hacerle perder participación en el PBI a la Manufactura--, fue liderado por los sectores  terciarios y no-transables, e impulsado desde los mercados internacionales de productos primarios. Su carácter primario exportador se explica no solo por la expansión de la Minería, sino también por los impulsos externos al crecimiento que provinieron de los altos precios de sus productos. Durante 1994-2013 la Minería creció a la tasa de 4.95% promedio anual --menor que la tasa de crecimiento del PBI (5.03%)--, pero sus exportaciones en valores corrientes lo hicieron a la tasa de 15.1%. Hay que señalar, además, que los altos precios de los minerales provocaron una sistemática apreciación cambiaria que le restó competitividad a la producción de transables, haciéndoles perder liderazgo en la generación del PBI y en la multiplicación de ingresos y de empleo.

Sobre la metodología de la elección del año base
La elección de 2007 como nuevo año base de las cuentas nacionales es, además, metodológicamente discutible. Uno de los requisitos que debe reunir un año base, aparte de ser un año reciente y para el que hay suficiente información, es que las condiciones de mercado sean de relativa normalidad y que, por lo tanto, no haya mucha variabilidad en los precios.

Al respecto, los términos de intercambio alcanzaron su pico más alto precisamente en el año 2007 del período 1990-2010. No ocurrió lo mismo en el año 1994. Asimismo, en 2007 el precio de las exportaciones registró un nivel extraordinariamente alto y, como se sabe, es el año previo a la crisis internacional de 2008-2009. En consecuencia, el incremento de la participación de la Minería en el PBI no solo responde a la mayor extracción de minerales sino fundamentalmente a los altos pecios de los productos mineros que exportamos. Además, hay que tomar en cuenta que en el incremento de estos precios que empieza en los años 2005-2006, hay un componente especulativo importante. El aumento notable en la participación de la Minería e hidrocarburos reportada por el INEI, no es neto de este componente especulativo, lo que significa que está sobreestimado.
El INEI explica el aumento de la participación de la Minería e hidrocarburos por la mayor extracción y por sus mejores cotizaciones internacionales; pero no utiliza un razonamiento análogo para explicar, por ejemplo, la disminución de la participación del sector Comercio en el PBI. El valor del comercio al detalle aumentó de manera notable, pero su participación en el PBI, según el INEI, se ha reducido. También sorprende la caída en la participación del sector Construcción (baja de 5.6% a 5.1%), no obstante haber mantenido su liderazgo en el crecimiento económico de las dos últimas décadas.  

A modo de conclusión

El año base 2007 construido por el INEI, oculta que Perú ha pasado, según Dani Rodrik, por un cambio estructural contrario al crecimiento basado en aumentos de la productividad. Los trabajadores se desplazaron hacia actividades de baja calificación laboral y de baja productividad, principalmente porque el crecimiento fue impulsado por los altos precios de los commodities y los influjos de capital de corto plazo.


Publicado en el diario La Primera, el sábado 05 de abril